Editorial de Peninsular Punto Medio

El Covid no mandó al hospital al presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, pero sí lo hizo una revisión del corazón.

López Obrador fue sometido ayer a un cateterismo cardiaco y su estado de salud es perfecto, aseguró la Secretaría de Gobernación, a través de su titular Adán Augusto López Hernández, lo que tranquilizó a todo mundo, pero especialmente a quienes comparten con el mandatario sus proyectos a favor de México.

El presidente López Obrador participó en la Mañanera del pasado viernes y no informó que acudiría al Hospital Central Militar de la Sedena en la capital del país.

A estas alturas, la salud de mandatario es vital para seguir con su trabajo al frente del país, por lo que cualquier indicio que la comprometa enciende comentarios entre propios y extraños.

Ayer, después de que, en la cita con los medios de comunicación, López Obrador desató a la comentocracia al no confirmar la designación de Porfirio Muñoz Ledo como Embajador en Cuba, el tabasqueño volvió a ser noticia por su presencia en el hospital.

El vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas dijo en redes sociales que la visita fue de rutina, pero más tarde López Hernández detalló el cateterismo cardiaco y puso los pelos de punto a los mexicanos. No es para menos.

“En este procedimiento se encontraron el corazón y las arterias del señor Presidente sanos y funcionando adecuadamente. No fue necesario realizar ningún otro tipo de intervención y fue un chequeo breve que duró alrededor de 30 minutos”, fue el mensaje tranquilizador.