Con el nombramiento de la abogada Lizette Mimenza Herrera como nueva magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de Yucatán ha comenzado, en los hechos, el conteo regresivo para la renovación, total o parcial de los magistrados, aunque el Ejecutivo estatal tiene la facultad de nombrar a cuatro más, pues la reforma aumentó de 11 a 15 los integrantes de ese organismo judicial.
En ese marco podemos adelantar que el enfrentamiento entre las fracciones parlamentarias del PAN y Morena se va a mantener, pues la discusión legislativa va para largo, unos defendiendo las postulaciones y los otros buscando los defectos o los puntos débiles para negar el voto, lo que tampoco es malo, ya que ese es el papel de las verdaderas oposiciones. Aunque algunos dirán que es la negociación y los acuerdos.
Lo que también quedó claro es que el gobernador Mauricio Vila Dosal cuenta con 17 diputados dispuestos a votar siempre a favor de sus postulaciones. Ellos son los 14 del PAN, uno del PVEM, uno del Panal y uno más, que bien puede ser MC, aunque la diputada Vida Gómez votó en contra de la reforma judicial.
Realmente nos sorprendió el sentido del voto de ayer de los priístas, pues lo hicieron en bloque, pero a favor de una de las candidatas que no era la favorita. ¿Acaso es un mensaje más allá de los muros del Recinto Legislativo? Fue claro que ellos lo hicieron por Teresita de Jesús Anguas Zapata, mientras que el perredista Eduardo Sobrino Sierra fue el único voto que recibió Adiver Rubí González Alpuche.
Se vienen días complicados en el Poder Legislativo y no se ve por dónde se van a poner de acuerdo los panistas y guindas para votar juntos; sin embargo, en política todo puede pasar.