Editorial de Peninsular Punto Medio

Ete 1 de julio fue una fecha recordada por la clase política de México, pues hace 4 años se dio el triunfo de Andrés Manuel López Obrador como presidente y de Mauricio Vila Dosal como gobernador de Yucatán.

Ese día, como recordará usted, la votación de más de 30 millones de mexicanos llevó al poder federal al tabasqueño, en su tercer intento como candidato de las izquierdas del país, pero esta vez como abanderado de un partido nuevo, Morena, obra y gracia del mismo Amlo.

Tras llegar al poder el 1 de diciembre del 2018, López Obrador comenzó a implementar la Cuarta Transformación y, aquí, aunque es un estado gobernado por el PAN, Vila Dosal ha sabido colocarse en el ánimo del gobernante mexicano y la llevan bien, lo que se traduce en obras y acciones en favor de los yucatecos.

La última de ellas fue, precisamente, que desde el Congreso del Estado se haya aprobado un endeudamiento que ayudará a construir el tren eléctrico que unirá a Mérida con Umán y Kanasín, dos municipios conurbados, una obra que sumará al objetivo del Tren Maya, que es unir el sureste de México.

Este 1 de julio también quedará para la historia, porque, aunque es una obra denostada por la oposición y sus voceros en los medios de comunicación, ayer se cortó el listón de la Refinería Olmeca, que seconstruye en Paraíso, Tabasco.

Sobre esa obra hemos leído muchas cosas, así como visto en redes sociales la reacción de la oposición, pero lo que es un hecho, es que el presidente mexicano ha cumplido otra de sus promesas. Nada que ver con la barda que se construyó en Hidalgo, donde la administración de Calderón iba a construir “su refinería”.