Editorial de Peninsular Punto Medio

Desde el lunes por la noche todos somos aficionados de los Leones de Yucatán, por eso no vamos a comentar la llegada del senador Raúl Paz Alonzo a las filas de Morena.

No. Este espacio hoy se declara melenudo y por eso tampoco vamos a destacar el inicio de las obras en La Plancha, en la que el Gobernador estuvo acompañado por el mismísimo Secretario de la Defensa Nacional.

Mejor hablemos del béisbol, porque los Leones de Yucatán consiguieron el lunes en la noche su quinta estrella, haya o no tenido que ver la famosa foto que se tomaron Vila Dosal y un directivo melenudo con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y del que el mandatario habló ayer en la conferencia mañanera.

El béisbol y en especial el triunfo de los Leones de Yucatán sobre sus rivales favoritos, los Sultanes de Monterrey, mató por un día a la grilla y a otros eventos que tuvieron resonancia en la entidad.

Festejar un triunfo en la LMB no es fácil, nada fácil. Hay que recordar que los reyes de la selva, hoy verdaderos reyes del circuito, tuvieron que sufrir dos descalabros en las Series del Rey previas, ante los Acereros de Monclova y los Toros de Tijuana, para volver a saborear las mieles del triunfo.

Hay que disfrutarlo, festejarlo y presumir, tal como lo hicieron ayer los jugadores y directivos ante el gobernador Mauricio Vila Dosal, pues sí que costó ganar este título: principalmente frustraciones de los jugadores y de miles de aficionados.

Así que sí usted no fue ayer al desfile de los campeones, puede sonreír a lo grande leyendo nuestra reseña y disfrutar del material gráfico, ya sea en nuestro periódico impreso, portal o redes sociales.

Es un hecho irrefutable: desde el lunes pasado somos más melenudos que nunca.