Editorial de Peninsular Punto Medio

El debate para la reforma de la Constitución de México para que el Ejército mexicano se mantenga en actividades de seguridad pública hasta el 2028, en apoyo a la Guardia Nacional, se volvió intenso y, en algunos momentos, con enfrentamientos cara a cara.

Si usted vio el debate no tenemos mucho que agregar, pero queremos destacar en este espacio los argumentos que dio a conocer en su intervención en tribuna el senador yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín.

El legislador destacó que el Gobierno federal no ha cumplido con sus compromisos contraídos en torno a la creación de la Guardia Nacional en el 2019, sobre todo en la capacitación de la policía civil, pero decirle a todo NO, no debería ser el camino a seguir, como lo hizo buena parte de la oposición del PAN, MC y algunos de sus compañeros del instituto tricolor.

Indicó que pudo decir NO, pero que esta era una buena oportunidad para, por la vía de la Constitución, participar en un rediseño de la estrategia de seguridad pública del actual Gobierno federal.

La propuesta tiene mucho de los planteamientos de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), entre ellos la creación de un fondo para entregar a los estados y municipios para capacitación de los policías, a partir del 2023.

El senador también descartó que se esté militarizando al país, pues eso ya se vive desde sexenios del pasado, pero sí dejó en claro que la república civil está en el mismo Senado de la República, pues son los legisladores quienes al final tendrán, en una comisión bicameral, la obligación de pedir cuentas a los militares.