Editorial de Peninsular Punto Medio

¿Vive el proyecto del presidente Andrés Manuel López Obrador sus peores momentos?

La manifestación por la defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) que se replicó en más de 50 ciudades, incluido Mérida, sigue dando de qué hablar, y todo parece indicar que ha envalentonado a la oposición, sobre todo al PRI, cuyo presidente nacional Alejandro Moreno Cárdenas ya dijo que los legisladores de ese partido no van apoyar la reforma electoral.

De hecho, la sola presencia de Alito Moreno y parte de su equipo en el CEN del PRI en la marcha de la Ciudad de México mandó el mensaje de que los tricolores vuelven al redil de la oposición, luego del impasse de la reforma en materia de Guardia Nacional. Es decir, todo en contra de la Cuarta Transformación para no permitir las reformas constitucionales, tal como anunciaron al concluir las elecciones del 2021, cuando la oposición, junta, anunció la famosa “moratoria constitucional”.

La presencia de ciudadanos en las calles el domingo pasado debe llamar la atención de todos los que participan, impulsan y trabajan para la administración federal de López Obrador. No creemos, como señalan los opositores, que todo está mal, pero sí es momento de proponer, dialogar y argumentar de otra manera, escuchando y sumando voluntades.

El presidente Andrés Manuel López Obrador ya habló ayer de aplicar otras estrategias en caso de no tener el apoyo para conformar la mayoría para la reforma constitucional electoral, algo parecido a cuando perdió la votación por la reforma eléctrica.

Pero ya muchos especialistas señalaron que ahora no hay mucho que hacer en las leyes secundarias, pues cualquier cambio tiene que ser a la Constitución, algo que por ahora parece imposible.