Concluyó ayer la Cumbre de los Líderes de América del Norte y los mensajes y temas quedaron claros: la migración, combate a las drogas y la economía, principalmente en el rubro de las energías limpias, fueron los más mencionados.
Los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Estados Unidos, Joe Biden y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, fijaron posturas en un mensaje desde Palacio Nacional en el que los tres hablaron bonito de la relación.
Y es que, en este tipo de reuniones, los líderes se hablan cara a cara, pero guardando las formas, siempre tratando de no incomodar y menos al país anfitrión.
Ya llegarán los análisis más profundos de los especialistas, quienes podrá diseminar cada tema y ver si se ganó o se perdió, pero nosotros creemos que fue una cumbre exitosa, en donde el mandatario mexicano pudo fijar sus temas, que son crear mejores oportunidades a los migrantes en Estados Unidos, incluso, de todos los países de América, no solo a los de nuestro país.
Independientemente de lo que dijeron López Obrador y el premier canadiense, Justin Trudeau, creemos que el mensaje final de Biden hay que destacarlo.
Biden destacó que la prioridad de la Cumbre de América del Norte fue la agenda compartida de los tres países para avanzar y fortalecer su relación económica, la cooperación de cadenas de suministros, los minerales y acelerar los esfuerzos para crear las tecnologías del mañana en América.
También dijo que en su gobierno se ha enfocado en la reconstrucción de su economía “desde abajo para arriba”, algo similar a los que pregona el presidente mexicano sobre el combate a la pobreza y el apoyo que se le otorga a las personas de la tercera edad, estudiantes y jóvenes.