Editorial de Peninsular Punto Medio

El Instituto Nacional Electoral (INE) sigue siendo noticia en los últimos días: primero, por las dos megamarchas en su defensa que protagonizaron miles de mexicanos; segundo, por la implementación del Plan B, y tercero, por la elección de cuatro consejeros electorales nuevos que entrarán en funciones el 4 de abril.

Un día antes, por cierto, será la despedida de los consejeros Lorenzo Córdova, presidente, y Ciro Murayama, así como de Adriana Fabela y José Roberto Ruiz Saldaña. Los dos primeros destacaron en la historia del Instituto por su papel protagonista en el rechazo a las reformas propuestas por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, al sistema electoral mexicano.

Habrá muchos que piensen que hicieron lo adecuado, pero la percepción de otros es que no fue así. Pero en este tema, cada uno de los estimados lectores tendrá su versión y la última palabra.

En las últimas horas, la nota la dieron otras dos personas: el regreso de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo, luego de que un juzgado federal en materia administrativa le concediera la suspensión definitiva contra su cese en el INE por la entrada en vigor del Plan B.

“(Estoy) muy contento porque creo que, con esto, independientemente de mi caso particular, lo que se está restableciendo es el Estado de Derecho en este país, el respeto a la constitución, el respeto a las leyes”, posteó en redes sociales.

Por otro lado, la consejera Carla Humphrey se quedará con las ganas de ser consejera presidenta del INE, pues el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación así lo manifestó en una resolución adelantada.

Así que el INE sigue dando notas, nos guste o no.