Editorial de Peninsular Punto Medio

El proceso de selección del candidato o candidata presidencial de la oposición para el 2024 mantiene ocupados a los analistas y también a nosotros en Peninsular Punto Medio.

Y es que han acaparado los espacios en los medios de comunicación dos momentos, hasta ahora: el llanto de Santiago Creel Miranda y la llegada al registro en bicicleta (eléctrica) de Xóchitl Gálvez Ruiz, quien, por cierto, no fue acompañada por seguidores, tal como sí lo hizo el líder de la Cámara de Diputados.

Ayer nuevamente volvieron a dar la nota, por encima de las corcholatas de la 4T, pues Santiago Creel retó a los morenistas a removerlo de la presidencia de la Mesa Directiva, en donde dice que ha detenido “el desastre de Morena”, mientras que Gálvez Ruiz y Epigmenio Ibarra sostuvieron un debate en vivo en Radio Fórmula, en el programa de Ciro Gómez Leyva.

Nos parece que la respuesta de Santiago Creel a la senadora Citlali Hernández, bravucona por algún momento, fue más para buscar reflectores, un día después que lloró en su registro al culpar al presidente Andrés Manuel López Obrador de estar conduciendo al país al desastre, pero, pese a todo ello, los medios nacionales destacaron a Xóchitl Gálvez.

Así lo dijo al hablar durante la discusión de un Punto de Acuerdo promovido por Morena y sus aliados para que pida licencia como legislador y se vaya a su campaña opositora: “Me voy a quedar como presidente de la Cámara de Diputados porque he ejercido mis facultades con estricto apego a lo que se establece en la Constitución. En esas funciones he cumplido estrictamente con lo que marca el Reglamento y eso no me impide ser militante opositor, ni ciudadano, ni expresar libremente mis opiniones”.