Editorial de Peninsular Punto medio

El fin de semana llegó con el despertar del Instituto Nacional Electoral, que ayer ordenó bajar una mañanera en la que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, mostró encuestas para argumentar en contra de una campaña sobre un magnicidio, pero también puso un freno a las expresiones de los principales aspirantes de la oposición.

López Obrador mostró dos encuestas el pasado 26 de julio, en  las que mostró que la ventaja de Morena y sus aliados alcanzaba hasta los 30 puntos de diferencia, en concreto, en el careo entre Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez Ruiz, senadora panista que se perfila como la candidata del Frente Amplio por México.

El objetivo de AMLO, como ya señalamos, fue para desmontar una campaña en la que se hablaba de un posible magnicidio contra Gálvez Ruiz, pues con esa ventaja, dijo, ¿para qué hacer daño a la candidata del PAN?

Ayer, el INE también emitió resoluciones contra los aspirantes de la oposición, entre ellos Xóchitl Gálvez, Santiago Creel, Beatriz Paredes Rangel y José Luis Preciado, pues violaron la ley electoral.

Es decir, estamos inmersos en un escenario en el que nadie se escapa del INE, que, como sabemos, está aplicando la ley electoral en el proceso interno de cada partido o coalición.

En ambos casos fue la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral (INE), que determinó el veredicto en contra del presidente mexicano y los presidenciables del Frente Amplio por México.

En el segundo caso tienen que bajar de sus redes sociales todo aquel contenido que haga alusión al comicio federal de 2024, que debe ser removido de sus cuentas personales para evitar una sanción futura. Y apenas estamos empezando.