La polémica por los libros de texto quedó zanjada en Yucatán, pues serán entregados a los alumnos del nivel básico a partir del lunes.
Ayer, en un último esfuerzo para que eso no suceda, parte del empresariado yucateco, el representante de las escuelas privadas y un organismo de padres de familia, dieron rueda de prensa para pedir que esa actividad no se haga.
El argumento principal es un amparo concedido a la Asociación Nacional de Padres de Familia, que argumentó que en su elaboración no se cubrieron todos los requisitos, lo que también ya desmintieron las autoridades de la SEP, aunque, como en otros casos, los quejosos no quedaron conformes.
Y es que está bien que haya padres de familia con los recursos suficientes para pagar otro tipo de textos, principalmente para niños y jóvenes que van a escuelas privadas, pero hay miles de familias en todo México que no pueden hacerlo, y que a duras penas logran mandar a sus hijos a las escuelas públicas. Dejarlos sin libros de texto gratuitos es un crimen para su educación.
Sobre este tema habrá mucho de qué hablar, pero es importante garantizar a la mayoría de los estudiantes sus materiales educativos, ya será criterio de cada profesor aplicar o no los materiales controvertidos.
Además, es también obligación de los padres de familia ayudar en la educación escolar de sus hijos, pues es en casa donde se refuerza el trabajo de los educadores.
Por lo pronto, creemos, la decisión que se tomó en las mesas de trabajo sobre los libros de texto en Yucatán fue la mejor para miles de estudiantes.