Editorial de Peninsular Punto Medio

Como seguro ya sabe, el ministro de la SCJN, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, renunció a su cargo para unirse como asesor de la Coordinadora de Defensa de la Cuarta Transformación, Claudia Sheinbaum Pardo.

Esa decisión le ha causado una lluvia de críticas al Ministro, pues, aseguran, sólo se debe renunciar por causa de fuerza mayor, y enrolarse en la política partidista no lo es.

Pero ¿qué dirían todos esos que cuestionan la decisión de Zaldívar si se hubiera enrolado con la oposición? Seguramente nada. Quizás los que estarían criticando serían los políticos y analistas que apoyan a la 4T.

La llegada de Zaldívar a la Cuarta Transformación ha recibido un sinfín de interpretaciones, pero la mejor, sin duda, es la del propio protagonista. Ayer dio varias entrevistas en donde expuso sus razones y motivaciones.

Insistió que su ciclo en la Corte ha terminado y que ahora toca participar en el proyecto de la Cuarta Transformación.

“Durante estos 14 años impulsé los criterios más vanguardistas que constituyeron el nuevo paradigma constitucional en la defensa de los derechos humanos de todas las personas.

Toca ahora seguir sirviendo a mi país en la consolidación de la transformación de un México más justo y más igualitario, en el que sean prioridad quienes menos tienen y más lo necesitan”.

Sobre la cuestión de la “causa grave” dijo: “Hay quienes han salido de manera, yo diría, muy espontánea y sin mayor argumento que no hay causa grave. Realmente causa grave no es una causa trágica, de enfermedad, no es discapacidad. Una causa grave es una causa importante, trascendente a juicio del Ministro o Ministra que presenta la renuncia. Es un concepto jurídico indeterminado”. En fin, ya veremos.