Editorial de Peninsular Punto Medio

La candidata presidencial de Fuerza y Corazón por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, estuvo anoche en el cierre de las campañas de los candidatos de esa coalición en Mérida, así como la del candidato a gobernador, Renán Barrera Concha y a la alcaldía de Mérida, Cecilia Patrón Laviada.

Tal como se esperaba, el evento fue una fiesta azul y roja (por la alianza con el PRI) en el poniente de la capital yucateca, precisamente en los terrenos que en febrero se usan para eventos del carnaval.

Nos llamó la atención parte del mensaje de Xóchitl casi al final en donde se encomendó a Dios, quizás en un intento de atraer los votos de los católicos, ya que es conocido que su principal rival, Claudia Sheinbaum Pardo, es descendiente de judíos.

Y es que, ya sabemos, la fe católica está arraigada entre la sociedad yucateca y claro que Gálvez Ruiz sabe los terrenos que pisa.

La cita a Dios, a quien pidió protección, nos recordó que en el último debate cuestionó a Sheinbaum sobre lo que platicó con el Papa Francisco, pues según ella no cree en Dios y menos en la Virgen de Guadalupe.

Como era lógico, la candidata presidencial del oficialismo no contestó, pero lo hizo más como estrategia que por ignorarla, pues días después emitió un video en donde aclaró sus actitudes y calificó como guerra sucia que vaya a cerrar los templos, iglesias y catedrales en caso de ganar las elecciones.

Lo que nos queda claro es que los políticos y más los candidatos echan mano de todo para tratar de conseguir más votos, y una referencia a Dios, amor a la virgen y a los valores familiares, nunca caen en saco roto.