Educación para la sostenibilidad

SOFÍA MORÁN

El 15 de mayo nos presenta una coincidencia significativa: el Día Mundial de Acción por el Clima y el Día del Maestro convergen en el calendario, revelando una verdad fundamental. La lucha contra la crisis climática requiere tanto de la movilización en las calles como de la transformación en las aulas, dos frentes que hoy se unen en propósito.

El Día Mundial de Acción por el Clima nació precisamente para inspirar y movilizar a individuos, comunidades y gobiernos hacia un futuro más sostenible. No es una fecha simbólica, sino un llamado concreto a evaluar cómo nuestras decisiones diarias impactan el planeta. Sin embargo, ¿cómo tomar decisiones informadas sin educación ambiental.

Aquí es donde los profesores emergen como actores clave en esta batalla. La Campaña Mundial de Educación expresa que la educación es la herramienta más poderosa para concienciar sobre la importancia de la acción por el clima. Los docentes no solo transmiten conocimientos; forman ciudadanos críticos capaces de entender la ciencia detrás del cambio climático y transformar esa comprensión en acciones concretas.

La relación entre ambos días se hace evidente cuando analizamos cómo la educación puede combatir la crisis climática. La educación para la sustentabilidad es un enfoque pedagógico que busca fomentar el desarrollo sostenible del planeta. Este enfoque se enfoca en tres áreas principales: medio ambiente, economía y sociedad. Busca educar a la población sobre la necesidad de proteger el medio ambiente, promover la economía sostenible y justa y fomentar la inclusión social.

Este enfoque de la educación busca desarrollar habilidades en la población para que puedan tomar decisiones informadas que beneficien al planeta y a la sociedad. Algunas formas de integrarla a nuestras vidas incluyen: reducir nuestro consumo de energía, promover el transporte sostenible, utilizar productos sostenibles, reducir nuestro consumo de agua y promover la agricultura sostenible. Además, podemos educarnos a nosotros mismos y a nuestros amigos y familiares sobre la importancia de la sostenibilidad y cómo podemos implementar prácticas sostenibles en nuestras vidas diarias.

Cada profesor que incorpora la sostenibilidad en sus clases, cada estudiante que lleva esos aprendizajes a su comunidad, está tejiendo la red de cambio que necesitamos. Necesitamos “esfuerzos coordinados” donde la educación ambiental sea accesible para todos. Necesitamos acción inmediata, sí, pero también educación constante que sustente estos cambios en el tiempo.