Estados Unidos retirará algunas sanciones económicas contra Venezuela, una decisión que ha tomado a petición de la oposición venezolana, que está retomando el diálogo con el Gobierno del presidente, Nicolás Maduro.
Los cambios permitirán a la petrolera Chevron negociar con la estatal PDVSA “los términos de posibles actividades futuras en Venezuela”, lo que no significa que la compañía estadounidense pueda explotar o comerciar con crudo venezolano, explicó durante una llamada con periodistas un alto funcionario del Gobierno de EE.UU. “No supondrá ningún aumento de los ingresos del régimen”, dijo.
El Gobierno de Joe Biden quiso dejar muy claro que el anuncio tampoco conlleva un cambio en las políticas de Estados Unidos respecto a Venezuela, y que Washington está dispuesto a endurecer las sanciones contra el país si ve motivos para ello. “Reimpondremos las sanciones ante cualquier paso atrás en cualquier clase de negociación”, explicó la fuente.
De igual manera, el Gobierno estadounidense recalcó ayer que sigue considerando a Juan Guaidó presidente interino de la Asamblea Nacional elegida en 2015, y que seguirá trabajando con la Plataforma Unitaria para asegurar que se celebran elecciones democráticas en el futuro. Aun así, dos senadores de EE.UU. con influencia sobre la política hacia América Latina, el demócrata Bob Menéndez y el republicano Marco Rubio, han criticado el anuncio.
“Si estamos promoviendo en Ucrania el respeto a la ley internacional, la democracia y los derechos humanos, no podemos mandar otro mensaje en nuestro hemisferio”, lamentó en una rueda de prensa telemática Menéndez, presidente del comité de Exteriores del Senado.
La política exterior de Biden “se basa en apaciguar y dar concesiones a dictadores”, dijo por su parte Rubio, el miembro republicano de mayor rango en el subcomité del Senado dedicado a Latinoamérica.
Texto y fotos: Efe