Tras siete días de plantón, y ante el Notario Público Mario Alberto Cámara, los campesinos y ejidatarios desocuparon ayer por la tarde el edificio de la Procuraduría Agraria (PA) en Yucatán, luego de lograr su objetivo, ya que fue “cesado” el delegado Alfredo Ramírez Gómez.
–Ese era el objetivo que nos mantuvo aquí, ya no está el funcionario, no tiene caso que nos quedemos—dijo el abogado Salvador Arteaga Trillo, asesor legal de los manifestantes, en entrevista con representantes de los medios de comunicación.
Contó que a las 14 horas de ayer se iba a presentar el encargado de la PA, Felipe de la Cruz Díaz García, pero luego los citaron a las 16 horas en las oficinas de la delegación de la Secretaría de Gobernación, pero que no acudieron por desconfianza de los campesinos.
–También nos citaron en la Fiscalía General del Estado (FGE) para una audiencia de conciliación, en donde íbamos a entregar el edificio, pero tampoco fueron los campesinos, porque no sabemos qué planes tienen, mejor que vengan a aquí, firmamos todos y nos vamos—dijo.
Arteaga Trillo informó que en la Ciudad México la Procuraduría Agraria se comprometió a darle solución al problema a través de Joaquín Díaz Mena, encargado de los asuntos federales en el estado.
Sin embargo, minutos antes de las cinco de la tarde de ayer los campesinos comenzaron a desalojar el local ubicado en la calle 66 por 63, sacaron las sillas y bajaron las mantas en las que expresaban su malestar con el ex funcionario.
Dijo que realmente ellos se quedaron en el local durante este tiempo porque los empleados de la Procuraduría Agraria “abandonaron el barco” desde que los vieron llegar a la protesta, hace siete días, por lo que se quedaron a cuidar el edificio.
–Si Felipe de la Cruz, a quien vimos pasar y hasta adiós nos dijo, nos hubiera dicho que era el responsable nos hubiéramos sentado a plantearles nuestros problemas. Pero en lugar de eso nos dejó abierto el edificio y tuvimos que quedarnos a cuidarlo—señaló.
Indicó que si se hubieran ido alguien podría entrar a robarse algo, o hacer desmanes.
–No íbamos a correr el riesgo que nos acusaran de eso—sentenció.
Texto y fotos: Esteban Cruz Obando