El presidente del Colegio de Ginecología del Estado de Yucatán, Gumersindo Vázquez Castillo, señaló que la vida comienza desde la concepción y que el aborto mata a un ser humano, dejando secuelas físicas y emocionales en la madre.
El especialista explicó que la “legislatura mundial” acepta que el cuerpo que está dentro de una mujer embarazada es un ser vivo, y que no tienen que pasar 12 semanas para que sea un ser humano, ya que desde el momento en que el espermatozoide fecunda al óvulo, el número de cromosomas y la carga genética del sujeto es la misma que lo acompaña durante toda su vida.
“Todos los estudios médicos están de acuerdo en que la vida del ser humano inicia desde el embrión, allá no queda la menor duda. El individuo que crece dentro de la mujer es diferente a ella y es diferente a su padre, es una nueva existencia, con la misma información genética hasta el día que te mueras, entonces lo que el aborto hace es acabar con una nueva vida”, puntualizó.
El especialista indicó que el embarazo es la relación más íntima que se puede dar entre dos seres vivos, y que una vez iniciado este proceso, el cuerpo de la madre se prepara para convivir con su hijo, por lo que el cuerpo no está programado para interrumpir el proceso de gestación con un aborto.
“El procedimiento que llevan a cabo los doctores para extraer al bebé es crudo, y se conoce como legrado, y lo que se hace es raspar las paredes del vientre, se arranca el producto y se saca del cuerpo de la mujer. Estamos hablando de un proceso antinatural, el cual obviamente trae repercusiones en la madre, tanto físicas como psicológicas”.
Entre los riesgos que contrae el hacerse un aborto premeditado, se encuentran la infección de la zona vaginal y del vientre, posibles lesiones a la hora del raspado, así como el dejar cicatrices y que éstas luego obstaculicen las trompas de falopio. Entre las más graves se encuentran el riesgo de desangrarse o el quedar estéril de por vida.
“Las heridas físicas son una posibilidad que siempre se encuentra latente al momento de hacer estas operaciones, pero sin duda me parece que el daño más grave es en el aspecto psicológico de la mujer, ya que el impacto de hacer un acto como este, es muy fuerte, no hablamos de deshacerse de una blusa o un zapato, hablamos de quitarle la vida a otro ser, y que además era tu propio hijo, hay quienes no soportan eso”.
Castillo Vázquez aseguró que el llamado síndrome post-aborto, se presenta en prácticamente el 95 por ciento de las mujeres, y puede provocar depresión extrema y remordimientos.
-Roberto Ojeda
