Para algunos expertos en relaciones públicas el gran reto de las empresas en el siglo XXI es mantener una buena reputación mediante una excelente estrategia de atención a los clientes, pero para otros expertos toda empresa debe tener como parte de su cultura corporativa y de su ADN organizacional esta estrategia en todos los colaboradores, es decir, están atrasadas las organizaciones que aún piensan que es un reto, ya que debería estar desde el nacimiento de la misma.
El mercado se ha convertido en un mundo cada vez más globalizado, donde los grandes corporativos llegan a las ciudades que muchas veces las empresas no tienen ese ingrediente llamado atención al cliente, por ello la hoy llamada Economía del Talento es necesaria en cualquier compañía, ya que necesitamos empleados que se conviertan en un activo para la organización y que esté conformado por: conocimientos, habilidades, aptitudes, actitudes, compromiso etc. Es urgente que tengamos organizaciones de clase mundial integradas por personas de clase mundial que entiendan los pequeños detalles de que un cliente debe ser atendido superando sus expectativas, tener siempre en la mente una palabra especial para cada ocasión y que si antes la mercadotecnia sentenciaba que la consecuencia de atender mal a un cliente se perdían cinco al mismo tiempo, hoy estará muy difícil definir cuántos clientes se pierden en minutos.
Para expertos en relaciones públicas existen 10 detalles para obtener ese “fluido sanguíneo”: 1. Observe a su cliente en todo 2. Haga la diferencia con otras organizaciones 3. Deje buenos recuerdos a sus clientes 4. Sea curioso, investigue qué quieren 5. Tome decisiones positivas, pequeñas acciones que impacten 6. Demuestra interés hacia ellos 7. Personalice las interacciones, urgente decisión en las empresas 8. Diga algo, no haga silencios al atender, platique 9. Los cinco primeros segundo, ¡wow! el tiempo que tenemos para captar a un cliente 10. Todo hágalo de manera especial, como si fuera el único. Les pregunto empresarios ¿estará difícil realizar lo anterior?, entonces comencemos por los líderes de la organización y sean el principal ingrediente de ese ADN. Si queremos clientes leales y fieles a nuestra marca tenemos que tener colaboradores que nos ayuden a construir una empresa de clase mundial.
No todo fue sombrío y perverso. Aun y con todas las críticas que el Pacto por México merece, las reformas estructurales deberán ser evaluadas cada una en sus méritos propios y en su resulta-dos específicos. Ese gran pacto que “concilió” a gran mayoría de los actores y fuerzas políticas del país, produjo una serie de cambios que en algunos casos han rendido beneficios, y en otros están por demostrarse.
