La UNAM celebra los 50 años como artista y 70 de vida del distinguido universitario con la publicación del libro del escultor
Durante medio siglo de labor artística, Sebastián ha creado un universo estético normado por el rigor y la armonía, fruto de la capacidad para combinar su prodigiosa imaginación con el conocimiento e intuición de la geometría.
El escultor chihuahuense posee una excepcional facultad para visualizar la abstracción de complejas relaciones matemáticas y de traducirlas a objetos tridimensionales dotados del inconfundible lenguaje sebastino.
En 2008, The City College of New York le otorgó un doctorado honoris causa en matemáticas, además de los innumerables reconocimientos nacionales e internacionales recibidos por la belleza de sus esculturas.
Esa feliz confluencia de arte y ciencia, razón e inspiración, distingue la obra y el proceso creativo del escultor mexicano. De ella ha surgido un millar de obras con una vasta diversidad de diseños, tamaños y materiales; las 200 de formato monumental están distribuidas en sitios urbanos emblemáticos de quince países en cuatro continentes.
La Universidad Nacional Autónoma de México celebra los 50 años como artista y 70 de vida del distinguido universitario con la publicación del libro Sebastián. Medio siglo de creación artística, coeditado por la Fundación Sebastián, que reúne un conjunto notable de autores mexicanos y extranjeros en los ámbitos de la ciencia –Roger Penrose, Herbert A. Hauptman, Mario Livio, Alfred S. Posamentier, Isidoro Gitler–, la historia del arte –Lynn Gamwell, Michele Emmer, Ida Rodríguez Prampolini–, la poesía y el ensayo –Víctor Hugo Rascón Banda, Alberto Blanco, Roberto Vallarino, Ignacio Solares–, para ofrecer una mirada multidisciplinaria acerca de la brillante trayectoria del artista mexicano.
En la época del arte postestético en la cual el facilismo, el feísmo y el nihilismo parecen ser los ismos con mayor resonancia, Sebastián creó un arte que presenta ante nuestra percepción inmediata imágenes sensibles de una realidad trascendente y armónica, a través de objetos tridimensionales dotados de belleza, capaces de captar nuestra contemplación.
La geometría emocional de Sebastián se distingue precisamente por su capacidad de producir esa misteriosa y placentera sensación –a un tiempo corporal y espiritual– que llamamos experiencia estética.
Por eso es importante ubicar el legado histórico del cual ha surgido el lenguaje sebastino. El proceso creativo de Sebastián está inspirado en la tradición artística relacionada con los descubrimientos científicos iniciados en la Grecia clásica y desarrollados en el Renacimiento, hasta llegar a la concepción de las geometrías no euclidianas, la cristalografía, la topología, la teoría de la relatividad y la física cuántica o las investigaciones para encontrar una teoría madre que las unifique. Esa fascinante historia empieza con Platón.
Texto y fotos: Agencias