El Arzobispo invita a visitar asilos y llevar la alegría de la Navidad a los abuelitos

El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, hizo un llamado a los fieles para apoyar a los ancianos durante las festividades decembrinas, ya que muchos de ellos tienden a experimentar depresión y tristeza en estas fechas.  

“Sería muy valioso que nos organicemos para visitar los asilos, donde hay tantos abuelitos abandonados, sin nadie que los visite. Aunque algunos los acompañen, nunca es suficiente para saciar su gran necesidad de afecto. Llevémosles la alegría de la Navidad con posadas, regalos y cánticos. No olvidemos tampoco a los ancianos que, aunque no vivan en un asilo, sufren la soledad en sus propios hogares. Por supuesto, no descuidemos a nuestros propios abuelos de sangre”, señaló el Arzobispo.  

Monseñor Rodríguez Vega enfatizó que llevar alegría a los enfermos, presos, pobres y a todos los que viven en soledad es una tarea cristiana permanente, pero especialmente importante durante la Navidad.  

El prelado recordó que hoy comienza el novenario de las posadas, una tradición profundamente mexicana que los primeros evangelizadores usaron para enseñar a nuestros antepasados la experiencia de José y María al buscar un lugar para el nacimiento del Hijo de Dios.  

“Estas fiestas deben incluir el rezo del Santo Rosario, cantos para pedir posada y un pequeño convivio para celebrar la llegada del Señor. Lamentablemente, muchas de las llamadas ‘posadas’ actuales no tienen nada de oración ni de espíritu navideño”, lamentó.  

Rodríguez Vega añadió que este domingo corresponde encender la vela rosa en la corona de Adviento, símbolo de alegría, y es posible que veamos al sacerdote vestido con ornamentos de ese mismo color. “Nuestra alegría debe ser profunda, basada en la fe, la esperanza y el amor que Dios nos tiene, y que nosotros intentamos corresponder. Compartir esta alegría con nuestros familiares y amigos es relativamente fácil, pero la verdadera tarea está en llevar esta felicidad a quienes más la necesitan”.  

El arzobispo también invitó a alegrar a los niños, especialmente a aquellos que viven en pobreza, enfermedad, abandono o angustia. “La Navidad nos da la oportunidad de alegrar al Niño Jesús en cada niño necesitado. A la vez, procuremos dar alegría a los niños de nuestra familia con regalos y dulces, y enseñémosles a compartir con quienes tienen menos, para formar en ellos un auténtico corazón navideño”, indicó.  

El arzobispo citó el Libro del profeta Sofonías, que invita al pueblo de Dios a vivir con alegría: “Canta, hija de Sion; da gritos de júbilo, Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, Jerusalén” (Sof 3, 14). También recordó las palabras de san Pablo: “Alégrense siempre en el Señor; se lo repito: ¡alégrense!” (Flp 4, 4), subrayando que la verdadera alegría nace de vivir en paz y agradecimiento con Dios.  

Rodríguez Vega destacó la figura de san Juan Bautista en el Evangelio, quien llamaba a las personas a prepararse para la llegada del Mesías. “Cada uno debe actuar según su estado de vida y sus posibilidades. La invitación general es ser solidarios y generosos: quien tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene ninguna; quien tenga comida, que haga lo mismo (Lc 3, 11)”, señaló.

Texto y foto: Darwin Ail