El arzobispo de Yucatán, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, explicó que, en un país católico como el nuestro, se podría pensar que la misión como bautizados está en ir a tierra lejanas a evangelizar a los paganos, pero que, aunque las misiones extranjeras sean muy necesarias, también urge evangelizar a los bautizados para que comprendan en plenitud el significado de su identidad cristiana.
“Es triste que haya numerosos bautizados alejados de la vida sacramental, y más triste aún que haya tantos que se enriquezcan a base de corrupción, injusticia e incluso otros que están involucrados en el crimen organizado. La mies es mucha aún dentro del gran número de bautizados”, indicó.
Dijo que, en la segunda lectura de este domingo, tomada de la Carta de San Pablo a los Romanos, el Apóstol nos continúa dando muestras del gran amor que él sentía por sus hermanos de raza, los judíos.
“Él sufría mucho porque su pueblo en general se cerraba a la buena nueva del Evangelio, y eran relativamente pocos los que se convertían del judaísmo al cristianismo. La comunidad cristiana de Antioquía lo envió a ciudades que no eran judías para predicar allá el Evangelio, y Jesús lo confirmó en esa misión”, detalló.
Agregó que, de todos modos, a donde Pablo llegaba, buscaba siempre la comunidad de judíos que habitaban ahí para predicarles el Evangelio en primer lugar a ellos. En general eran pocos los judíos que se convertían, y el Apóstol terminaba dirigiéndose a los paganos. Sin embargo, en este pasaje Pablo expresa su esperanza de la conversión de Israel, afirmando que, si el rechazo de este pueblo al Evangelio había provocado tantas conversiones entre los paganos, la conversión de los judíos debería ser todavía una causa mayor para que otros se convirtieran.
Dijo que ahora, sobre la primera lectura y del santo evangelio, durante toda la historia de la humanidad los hombres se han movido de un lugar a otro, para un viaje pasajero o incluso para cambiar su domicilio. Migraciones siempre han existido, pero nunca como en el último siglo en el que ha habido grandes movimientos de personas forzadas por la pobreza o por la violencia.
“Muchas veces el racismo ha llevado a los habitantes de una nación a sentirse superiores a los de otra, y a tratar mal a quienes emigran a su tierra. Esto es en la actualidad un problema gravísimo porque las migraciones se han desbordado”, señaló.
Recordó que, en la antigüedad, cada nación tenía sus propios dioses, sus propios cultos, y ninguna nación buscaba que vinieran hombres de otros lugares a adorar a sus dioses. El pueblo de Israel era una excepción en cuanto que Dios ya le había anunciado a nuestro padre Abraham que en su descendencia serían bendecidas todas las naciones. También los profetas en muchas ocasiones anunciaban que todos los pueblos vendrían a adorar al Señor en Jerusalén. Podemos decir que la Historia de Israel y el Antiguo Testamento contienen un claro llamado al catolicismo, es decir, a la universalidad de la fe y de la salvación para todos los hombres.
Por último, dijo que es responsabilidad de los papás educar a sus hijos en la fe, pero tantas veces los hijos resultan ser los evangelizadores de sus padres.
Los papás del joven Carlo Acutis, fallecido en el 2006, estaban apartados de la Iglesia, sin embargo, de aquel niño salió el deseo de asistir, no sólo a la misa dominical, sino a la misa diaria, y desde su Primera Comunión se propuso un camino seguro para llegar al cielo. Su cuerpo se encuentra incorrupto en Asís.
Texto y foto: Agencias