El Departamento de Ecología del Ayuntamiento del municipio de Ticul, parece que es de los que cobra puntualmente en la quincena, pero para trabajar es un fantasma, ya que le reportaron un perro muerto a un costado de la primaria, Gaudencio Peraza Esquiliano y no lo fueron a buscar.
Los vecinos y padres de familia se cansaron de reportarlo y nunca llegaron. El edil Rafael Montalvo Mata está tronado también en el renglón de los perros callejeros, ya que no realiza campañas de concientización a las personas.
El alcalde parece que no tiene informes de la forma en que trabaja su homólogo de Mérida, Renán Barrera Concha, donde estos tipos de reportes son atendidos rápidamente y para ello se cuenta con un personal.
Es importante señalar que, en los municipios, el problema de los perros callejeros se complica más porque a diferencia de Mérida, que los perros con dueños no salen de sus casas, solo cuando descuidan a sus amos; en los municipios suelen estar sueltos y esto propicia que cuando las perras callejeras están en celo terminan preñadas y aumentan los animales callejeros.
Cuando se realizan las esterilizaciones gratuitas, que son insuficientes, debe estar acompañado de pláticas para hacerle saber a los dueños que no solo es tener a los animales, sino que se tienen que gastar en esterilización y vacunas.
Los perros callejeros se convierten en problemas porque pueden morder a las personas y obviamente nadie se hace responsable. Varios perros de raza han atacado a niños en el Estado y estos han tenido que recurrir a cirugías.
TEXTO: DARWIN AIL FOTO: CORTESÍA