El gobernador Joaquín Díaz Mena entregó ayer en Uxmal certificados a 200 mujeres que,con el apoyo de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y del Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Yucatán (Icatey), validaron sus conocimientos en el arte del bordado maya, que ahora buscarán que sea declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés).
En su intervención, Fidencio Briceño Chel, director de Museos Populares de la Secretaría de la Cultura y las Artes (Sedeculta), destacó que 30 de las 40 puntadas reconocidas en todo México se conservan en Yucatán.
Entre estás se encuentran el “kakalot” o bordado doble de cruz, que es característico de la comunidad de San José Oriente, perteneciente al municipio de Hoctún; el “manikté” y la “biscotela”, entre otras.
En el evento, el mandatario Díaz Mena anunció la creación de Consejo Estatal del Bordado, cuya función será garantizar que se conserve fortalezca y florezca la tradición del bordado yucateco, que es un símbolo de identidad para Yucatán.
Asimismo, dijo que se ha establecido el perfil profesional de la bordadora maya yucateca, al otorgar la certificación a 200 bordadoras de 25 municipios, con el compromiso de darle el valor debido a su trabajo, de modo que reciban precios justos por sus obras de arte, a las que, subrayó, se protegerá en contra del plagio “en todo momento y cueste lo que cueste”.
En su intervención, Díaz Mena pidió a los alcaldes apoyar a las bordadoras para darles la promoción en ferias, a fin de que sean escaparates, puedan vender sus creaciones, que se les reconozca y formalice su trabajo y que de esta manera se garantice oportunidades para toda su familia.
Asimismo, invitó a las mujeres bordadoras de Campeche y Quintana Roo para sumarse a este esfuerzo, a efecto de convertir al bordado maya en un símbolo global de identidad y se comprometió a trabajar para inscribirlo en el inventario nacional del patrimonio cultural, como un primer paso para luego buscar el nombramiento por parte de la Unesco como Patrimonio Intangible de la Humanidad.
En este sentido se destacó que se avanza en este propósito con la creación del perfil profesional del Bordado Maya y con la certificación de esta primera generación de 200 bordadoras mayas, como la señora Celia Pérez Cobá, quien fue la primera en recibir el mencionado documento de manos del mandatario estatal, quien subrayó que con sus manos y creatividad las bordadoras tejen la identidad como yucatecas.
Antes de finalizar su intervención, y como un reconocimiento al trabajo de las bordadoras yucatecas, el gobernador Díaz Mena manifestó que se unirá al esfuerzo que realizará el Gobierno Federal encabezado por Claudia Sheinbaum, para otorgar, a través de la Secretaría de Fomento Económico y del Trabajo, microcréditos a las artesanas.
Previamente, el arqueólogo José Huchim Herrera, responsable de la zona arqueológica de Uxmal, se congratuló de que llegara el día en el que se reconozca el trabajo de todas las mujeres mayas bordadoras, en una fecha muy significativa, ya que un 6 de diciembre de hace 28 años obtuvo la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad a Uxmal.
“Esperemos que su trabajo, que es de gran ingenio humano creativo, se vea reconocido con una placa de la Unesco, en su trabajo excepcional se puede ver toda nuestra herencia maya plasmada en su vestimenta, que refleja la sensibilidad de una maravillosa combinación cromática que representa los elementos del entorno natural y la y la cosmovisión que da lugar a nuestra existencia”, expresó.
Por su parte, el director general de Museos y Patrimonio de la Secretaría de Cultura y las Artes del Gobierno del Estado, Fidencio Briceño Chel, afirmó que estas acciones para reconocer el esfuerzo de las bordadoras mayas para mantener salvaguardar y trasladando sus conocimientos a las nuevas generaciones, son un ejemplo de lo que se puede hacer con el patrimonio vivo. “Los mayas somos más que simples piedras”, recalcó.
Destacó la importancia del bordado para el desarrollo del bienestar y del tejido social, por lo que hizo un llamado para hacer un esfuerzo colectivo a fin de buscar estrategias para luchar contra acciones de empresas que buscan adueñarse de los bordados.
Asimismo, recordó que este diagnóstico para elaborar un plan que asegure la continuidad del bordado se realizó con la colaboración de la Unesco, la fundación Banorte y la Sedeculta, y que de manera inicial se trabajó con 11 municipios: Abalá, Dzan, Hoctún, Maní, Muna, Oxkutzcab, Tahdziú, Teabo, Tekax, Tekit y Valladolid.
A ellos se sumaron otros 14 para completar 25, y en esta segunda lista se incluyeron a Acanceh, Chocholá, Chumayel, Halachó, Ixil, Mama, Maxcanú, Mérida, Chumayel, Peto, Santa Elena, Sotuta, Tekom y Yaxcabá.
“Salvaguardar el bordado maya, que es un patrimonio vivo es un hito, y se lo debemos de agradecer a las mujeres que han cuidado, elaborado y transmitido sus conocimientos de abuelas a hijas y de hijas a nietas para elaborar estas prendas que arropan, dan dignidad identidad a un pueblo orgulloso de sus tradiciones, que tienen una identidad cultural fuerte y con raíces profundas y vigorosas”, apuntó.
A su vez, el representante de la ONU, Andrés Morales, recordó que hace dos meses a nivel internacional en la asamblea general de ese organismo internacional se firmó el llamado Pacto del Futuro, documento que también suscribió México, y que busca que la humanidad sea más justa prospera y pacífica, y por primera vez incluye a la cultura como un factor de desarrollo social y económico.
Para lograr esto, con las mujeres bordadoras de Yucatán se trabajó en tres ejes que incluyen el fortalecimiento de sus habilidades económicas y financieras, en el costeo adecuado de sus productos, así como la identificación de sus clientes y buscar un pago justo, por lo que pidió no regatearles.
De igual forma reconoció como principales barreras que limitan el desarrollo de las mujeres bordadoras el machismo y la violencia de género que sufren por parte de sus esposos, que no permiten que salgan a vender ni que se relacionen con otras mujeres compañeras para vender a un mejor precio sus productos. Por eso celebró que con este tipo de actividades se reivindiquen y se empoderen a estas mujeres mayas, como Martha Elena May May, originaria de Kimbilá, Izamal, e integrante del Consejo de Bordadoras. En su intervención, recordó que el pasado 26 de abril se declaró al bordado Patrimonio Cultural Intangible de Yucatán.
En el evento, el director general del Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah), Diego Prieto Hernández, reconoció a los mayas de la actualidad, que a lo largo de la historia han sobrevivido a la discriminación, despojo, explotación y saqueo de sus territorio.
Al reconocer la originalidad y la autenticidad del bordado maya se pronunció en contra de la proliferación de malas imitaciones, y en este sentido subrayó que no tiene nada contra los chinos, aunque llamó a que hagan artesanías de su cultura y que dejen que los mayas hagan arte maya.
Y para conmemorar la ocasión por primera vez se invitó a las bordadoras de diversos municipios a ofrecer sus productos en el parador turístico de la Zona arqueológica de Uxmal, mientras que en el interior se instaló una muestra con cada una de las diferentes puntadas que se realizan y preservan en Yucatán.