El box nacional y yucateco ha perdido para algunos no sólo al mejor entrenador de este deporte en el estado, sino de todo el país: Jesús “Choláin” Rivero.
Tenía 95 años y ya varios años de estar retirado de los tinglados. Tenía un estilo diferente ya que era un intelectual, casi un filósofo, por lo que en los entrenamientos a sus boxeadores, además de enseñar técnica, solía leer cuentos o leyendas con la intención que sus pupilos también obtengan el hábito de la lectura.
Algo similar a lo que solía realizar el entrenador de fútbol, Enrique “Ojitos” Meza, que le regalaba libros a los futbolistas.
“Choláin” Rivero fue considerado por Ignacio Beristáin “Midas”, como el mejor entrenador de México, aunque esto se puede interpretar como una modestia ya que el “Midas” tiene 29 campeones.
Fue boxeador amateur y profesional en una época en la que coincidió con otros personajes ligados al boxeo como Mario “Pirulí” Martínez Campos y Jorge Omar “Pelón” Fajardo Pérez, caballeros de alto nivel como él.
Huérfano de madre, desde pequeño, e hijo de un padre de buena posición económica, estudió en buenas y prestigiadas escuelas de su época.
Con el tiempo, “Choláin” prosiguió su preparación académica en la Ciudad de México, donde cursó diversas carreras en la Universidad Autónoma de México (Unam), entre ellas Filosofía y Derecho, aunque no las terminó.
Tras entrenar en la Ciudad de México y ver boxeo del bueno en la década de los 40´s del siglo pasado, retornó a Mérida a hacerse cargo de algunos negocios y propiedades de su padre.
Entre sus pupilos figuraron: Miguel Canto Solís, el mejor púgil yucateco y el mejor peso mosca de México de todos los tiempos; Óscar de la Hoya, Ulises “el Archie” Solís, entre otros.
Tenía unos “ojos de águila” capaz de detectar errores en sus boxeadores. Llegó a apoyar en varias sesiones al pugilista Juan Alfonso Keb, de la dinastía de los Baby Luis Keb Baas, a quien rápidamente le vio un par de detalles.
Texto y foto: Darwin Ail