En 2021, 23.7 millones de personas han sido desplazadas internamente por catástrofes naturales inducidas por el clima
El cambio climático aumenta el riesgo de que población vulnerable deba migrar y caiga víctima de trata de personas, una forma moderna de esclavitud.
“En 2021, 23.7 millones de personas han sido desplazadas internamente por catástrofes naturales inducidas por el clima, mientras que muchas otras cruzaron fronteras para escapar de la pobreza inducida por el cambio climático”, señala el Informe Global sobre Trata de Personas 2022 de la ONU, difundido este martes en Viena.
Aunque la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Onudd) reconoce que no existe todavía un análisis sistemático sobre el impacto del cambio climático y los riesgos de ser víctima de trata, sí ve indicios en estudios a escala comunitaria.
El informe señala, por ejemplo, que después del paso por Filipinas del tifón Haiyan, que causó unos 8,000 muertos en noviembre de 2013, se multiplicaron los casos de trata de personas debido a la situación vulnerable de la población en la región.
“El cambio climático pone a las personas en una situación vulnerable porque puede obligarles a abandonar sus hogares, también debido al impacto en sus condiciones de vida, para gente que vive de la agricultura, la ganadería o la pesca, actividades a las que afecta el cambio climático”, indicó a EFE Angela Me, la investigadora principal del informe.
“Cuando el cambio climático obliga a la gente a emigrar hace que las personas sean más vulnerables a la trata de personas”, agregó.
Según las investigaciones del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), África y América Central y del Sur serán los continentes más afectados por la crisis climática.
El reporte señala que los desplazados internos por el cambio climático irán a más en las próximas décadas, “obligando a emigrar a unos 216 millones de personas dentro de su propio país” en el año 2050.
El informe de la ONU analiza datos de casi 190 mil víctimas de trata detectadas entre 2017 y 2020 en todo el mundo y denuncia la impunidad en este delito, considerado una forma moderna de esclavitud.
Aunque la Onudd no ofrece cifras globales sobre la magnitud de este delito, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de Naciones Unidas calcula que casi 28 millones de personas en todo el mundo son víctimas de trata.
Menos víctimas detectadas
El número de víctimas detectadas en todo el mundo disminuyó un 11 por ciento en 2020 con respecto al año anterior, debido al descenso de personas liberadas de las mafias en los países en desarrollo.
Los confinamientos impuestos durante la pandemia ocultaron a las víctimas de trata y debilitaron la capacidad de la policía para liberarlas de sus explotadores.
“Este último informe muestra cómo la pandemia aumentó la vulnerabilidad a la trata de personas, debilitando aún más las capacidades para rescatar a las víctimas y llevar a los criminales ante la justicia”, señaló Ghada Waly, directora de Onudd.
“No podemos permitir que las crisis agraven la explotación. Las Naciones Unidas y la comunidad de donantes tienen que apoyar a las autoridades nacionales, sobre todo en los países en desarrollo, para responder a las amenazas de la trata”, agregó.
La trata es un delito que consiste en captar y retener a una persona para explotarla sexual o laboralmente.
Si bien la forma más conocida es la explotación sexual, otras víctimas sufren condiciones de esclavitud en tareas domésticas, la agricultura o, incluso, son obligadas a practicar la mendicidad infantil o sometidas a matrimonios forzosos.
El informe abarca 141 países y analiza los casos de casi 190 mil víctimas detectadas entre 2017 y 2021. Si bien la ONUDD no ofrece estimaciones sobre víctimas totales de trata, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que casi 28 millones de personas en el mundo sufren este crimen.
“Los tratantes se aprovechan de los más vulnerables. Muchos millones de personas se han quedado atrás cuando las crisis han revertido avances en el desarrollo de los países”, aseguró Waly alertando que la pobreza y la trata están vinculados.
La mayoría de las víctimas de trata son mujeres y niñas (60 por ciento), aunque en los últimos años han aumentado la detección de víctimas masculinas, tanto de hombres (23%) como de niños (17 por ciento). Ellos sufren sobre todo explotación laboral y trabajos forzados.
“Durante la pandemia se detectaron menos casos de trata con fines de explotación sexual, ya que se cerraron los espacios públicos y se empujó esta forma de trata hacia lugares más ocultos y menos seguros”, señala el informe.
Texto y fotos: EFE / Agencias