El cambio climático y sus consecuencias tienen el potencial de elevar el número de homicidios a nivel global, pero especialmente en África y América, advirtió ayer la ONU en un informe.
El Estudio Global sobre Homicidios recuerda que la temperatura media de la Tierra ha aumentado ya más de un grado desde 1980 y se prevé que siga subiendo “ya que los países mantienen altos niveles de emisiones de carbono”.
África y América serían los continentes más amenazados por la posibilidad de que el impacto del calentamiento del planeta conlleve un aumento de la violencia, estiman los expertos de Naciones Unidas, aunque admiten que aún no hay suficientes datos para establecer una correlación directa entre ambos flagelos.
“El aumento de la tasa de homicidios debido a un mayor número de días de calor peligroso es especialmente marcado en África y América”, sostienen.
Sea como sea, resaltan que “las consecuencias de la subida de las temperaturas, como la inseguridad alimentaria, los desplazamientos o la degradación de los ecosistemas, son graves y de gran alcance”.
Quiénes más sufrirán esos impactos son las poblaciones de “las naciones insulares y los países de renta baja, muchos de los cuales se encuentran ya en regiones cálidas y carecen de recursos para adaptarse y/o compensar las consecuencias negativas” del cambio climático, añaden.
Sin este factor, y en base a las tendencias históricas, se esperaría que la tasa mundial de asesinatos como manifestación de una violencia letal interpersonal (es decir, excluyendo las muertes causadas en conflictos bélicos y atentados terroristas) mantendría una tendencia a la baja hasta 2030.
“A pesar de que el número anual de homicidios registrados en todo el mundo alcanzó un máximo en 2021, la tendencia a largo plazo de la tasa de homicidios es de disminución gradual”, reza el informe.
Especialmente notable ha sido la reducción en las últimas dos décadas, pues pasó de 6,9 a 5,8 homicidios por 100.000 habitantes entre el año 2000 y el 2021.
En este contexto, la ONU resalta que “sigue siendo una opción prometedora” la meta 16.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que es la de reducir significativamente todas las formas de violencia, pero, advierte, no será sencillo.
Por un lado, el crecimiento demográfico puede resultar en una subida del número absoluto de homicidios en los próximos años, aún cuando la tasa porcentual siga bajando.
Además, al considerar una gama de factores demográficos, socioeconómicos y otros relacionados con el clima, “es concebible que la tasa de homicidios pueda aumentar en ciertas regiones, incluidas África, América Latina y el Caribe”, resalta el informe.
Texto y foto: EFE