En Yucatán, el cáncer de estómago supera en número de diagnóstico a pacientes con cáncer de mama y de próstata, pues al ser un mal que se conoce muy poco de él, perjudica tanto a hombres como mujeres, informó Alejandro Molina Alavez, oncólogo médico del Hospital Regional de Alta Especialidad de la Península de Yucatán (Hraepy).
Los riesgos de padecer la enfermedad son el alcoholismo, tabaquismo, la gastritis, la bacteria Helicobacter pylori, así como la ingesta de alimentos quemados, que contiene el carbón, agente causante del cáncer gástrico.
La Península, principalmente nuestra entidad, está acostumbrada a comer alimentos con ingredientes quemados como sucede con el relleno negro, el chiltomate, entre otras comidas que se incluye en la dieta del yucateco.
–En Yucatán hay más casos de cáncer gástrico (como también se le conoce al cáncer de estómago) por número de habitantes, que supera la media nacional en comparación con otras entidades con más pobladores–explicó.
Sobre diagnósticos de cáncer no existen estadísticas oficiales, será en 2017 cuándo se levante un censo nacional de cáncer que involucrará a los otros subsistemas de salud, cuyo antecedente fue el Registro Patológico de Neoplastias (levantado en 2003).
Sin embargo, el nosocomio en coordinación con Eli Lilly realizó protocolos de investigación en nuevos fármacos contra el cáncer de estómago. Yucatán ocupó el quinto lugar de incidencias a nivel mundial, superado por centros de investigación de Rusia, Estados Unidos y Japón, país líder en ese padecimiento.
Al año, el hospital diagnosticó a aproximadamente 50 pacientes, de los cuales el 90% recibió una valoración cuando la enfermedad se encontraba en etapas avanzadas, cuando no hay nulas posibilidades de recuperación. Sólo el 10% recibe un diagnóstico oportuno que le permite una mejoría.
“La detección oportuna es la diferencia, abundó el entrevistado”. En las fases uno y dos del cáncer, el tumor se puede extirpar; mientras en las tres o cuatro, el tumor invade otros órganos, es decir, hay metástasis.
–El paciente en fase terminal recibe cuidados paliativos para tener una mejor calidad de vida, pues no existe recuperación. En algún momento, la persona no podrá comer ni beber–comentó Molina Alavez.
Lo peor, opinó el especialista, es el nulo interés del sector salud en el tratamiento de la enfermedad, pues los recursos no son suficientes para las quimioterapias.
–Si en el estado hay mayor número de casos de cáncer de estómago, deberías invertir en endoscopía (que en el sector privado cuesta de $2 mil a $5,000) para descartar le enfermedad, pues muchas veces el paciente acude al médico general que les receta omeprazol y deja que la enfermedad avance–exhortó el entrevistado.
Los síntomas son ardor en la boca del estómago, molestias al comer, náuseas y vomito.
Sólo este 2016, se diagnosticó 67 pacientes. El perfil del enfermo cambió, pues un mal que se presentaba en adultos de 40 años en adelante, ahora es visible en jóvenes de 20 años, quienes difícilmente sobreviven, pues el tumor crece con mayor rapidez.
− Irbin Flores P.