Por casi tres horas, al menos unas trescientas personas aguardan la espera por Saúl Álvarez en el hotel Metro-Goldwyn-Mayer
Los brazos extendidos queriendo alcanzar el punto más alto con celular anuncian la llegada de Saúl “Canelo” Álvarez.
En la época del recuerdo es el que da el valor al momento, todos quieres la fotografía perfecta o el video adecuado de cuando pase el “Canelo”. Finalmente la gente ha esperado tres horas por estar un segundo junto a su ídolo.
El mexicano camina junto a su equipo que parece una línea ofensiva abriendo el camino para el corredor.
Un mariachi interpreta “México lindo y querido” para alebrestarse más el ánimo de los 300 aficionados que acudieron para ver al tapatío.
Ya en el estrado, Álvarez agradece a la gente y sostiene que el sábado ganará, motivado por los insultos y acusaciones que ha recibido por parte de Gennady Golovkin.
“Todo eso me ha motivado. En mi mente me puse un objetivo y el sábado voy a mostrarlo. Voy a demostrar quién es mejor”.
“Me preparé para eso (nocaut). Desde el primer round voy a buscar el nocaut y ojalá se presente para que la gente se vaya contenta”, comentó.
Golovkin vestido con su ropa deportiva llegó 20 minutos antes. Es el campeón pero el boxeo actual no respeta títulos si no ingresos. Es el lado B.
Caminó tranquilo con unos audífonos al cuello con la canción “Seven Nation Army” de fondo.
Y es que Golovkin así se sintió en el primer combate contra “Canelo” por la forma en la que calificaron los jueces. GGG el lunes dijo que temía un poco a la decisión de ellos, pero esta tarde moduló su discurso.
Texto y foto: Agencias