Las campañas electorales finalmente han iniciado en todo el país. Y tanto los candidatos presidenciales, como los candidatos a los demás cargos federales y locales, pueden ya presentar sus propuestas a la ciudadanía y llamar abiertamente al voto.
En Yucatán, desde hace unos meses la encuestadora Massive Caller ha medido semana a semana la evolución de la intención del voto para las elecciones de Gobernador y Presidente Municipal de Mérida, la capital del estado. Y en ambos casos, sus mediciones muestran una ventaja preliminar a favor de los candidatos de la coalición integrada por el PAN y Movimiento Ciudadano.
¿Son confiables estas encuestas? ¿Cómo saberlo con certeza? Massive Caller es una encuestadora basada en Nuevo León, con la experiencia de medir los procesos electorales de 2016 y 2017 a cuestas. Paro hay que ser claros con ella: su método de levantamiento de encuestas es a través de llamadas telefónicas, por lo que se privilegia a un demográfico de la población con acceso a una línea de telefonía, fija o celular.
Con ello en mente, los números de Massive Caller no pueden ser descartados ni clasificadas como falsas o mal hechas. Aunque sí se debe señalar que el sesgo de su método podría estar representando a un sector de la población que se encuentra en estratos socioeconómicos medios y superiores. Es decir, podemos decir que se trata de la intención del voto de la clase media, un sector importante para mover opinión pública pero que no representa la totalidad del electorado.
Una vez establecido lo anterior, resulta interesante echar un vistazo a las últimas 4 encuestas publicadas por Massive Caller para la gubernatura del estado de Yucatán, donde no se percibió ningún daño mayor en la intención de voto del PAN con la salida de Joaquín Díaz Mena de ese partido, ni tras su unción como candidato de Morena a la gubernatura. Pues si bien se observó un retroceso en la ventaja que el candidato panista tenía hace un mes sobre el candidato priista, esa caída no se fue ampliando con el paso de las semanas sino que recobró sus números pasados.
Esto significa que, la población de clases medias que se fue con “Huacho” fue relativamente poca. Una muy buena noticia para un partido político y su coalición que tiene a buena parte de su base de simpatizantes en ese sector socioeconómico.
Sin embargo, sería muy aventurado decir que la elección está ganada por adelantado para Mauricio Vila Dosal y Renán Barrera Concha. La misma inferencia de que la encuesta proyecta más la intención del voto de los sectores medios puede jugarle en contra a los candidatos del PAN que hoy aparecen a la cabeza de las preferencias.
No solamente porque está invisibilizada la intención del voto de los sectores sin acceso a una línea telefónica, sectores populares que podrían inclinar la balanza en favor del PRI. Sino también porque, con el voto de las clases medias tan visibilizado y tan bien medido, una campaña que apele a inhibir el voto en estos sectores podría romper con toda proyección hecha hasta ahora. Entre otras estrategias posibles.
Aunque, quizás, el mayor peligro real de estas encuestas sea el triunfalismo que pudiera provocar en un partido que, si bien aparece a la cabeza de las preferencias, no debe olvidar que en campaña muchas cosas suceden y que el canto de las sirenas es muy común entre quienes están ansiosos por ganar.
Por Juan Pablo Galicia