Everardo Flores Gómez
contacto@cicloturixes.org
www.cicloturixes.org
Esta semana la presidenta de México habló acerca del coche eléctrico que será fabricado en México como parte del Programa de Desarrollo Tecnológico para la Innovación. En su mañanera, Claudia Sheinbaum explicó que el coche eléctrico mexicano es un auto pequeño con desarrollo propio y funcional y que la idea es, además de activar la extracción de litio y cobre, impulsar a empresas mexicanas para hacer el ensamble y generar cadenas productivas para que todo lo que requiera el coche sea producido en el país o se importe el menor número posible de piezas. Comentó que uno de los objetivos de producir este auto es buscar una alternativa al uso de motocicletas que tanto han proliferado en los últimos años en México y que como sabemos ha detonado el número de muertes por siniestros viales de motociclistas en todo el país, esto último no lo dijo la presidenta, pero está implícito al buscar una alternativa al uso de este vehículo.
Debo decir que no sentí ningún entusiasmo con esta noticia ni siquiera porque venga envuelta en la sábana nacionalista del “hecho en México y para los mexicanos” con todo y nombre en náhuatl del prototipo. Evidentemente hubiera preferido escuchar que habrá una planta de camiones mexicanos para sustituir las flotillas de estos vehículos chatarra en la gran mayoría de ciudades mexicanas. Quienes compran una motocicleta para trasladarse lo único que buscan es llegar a tiempo a sus trabajos y para ello hay muchas otras alternativas además del coche.
La verdad es que la única ventaja de los coches eléctricos es que no consumen gasolina, pero siguen teniendo todas las desventajas de los vehículos de combustión interna incluida la contaminación, ya no de gases de efecto invernadero, pero sí con las baterías que utilizan.
Comenzando con el espacio público que utilizan los autos, el coche eléctrico no es ninguna solución este problema y por si fuera poco seguirá exigiendo de la construcción de más vialidades, periféricos, pasos a desnivel y sin duda seguirá habiendo tráfico en las ciudades y siniestros viales mortales pues la velocidad de los autos eléctricos seguirá superando los 100 km por hora.
Para el lobby del automóvil, de lo que se trata no es dejar de hablar de coches sino hablar de la transición hacia los coches eléctricos con la mentira de que promover los vehículos eléctricos es promover la movilidad sostenible. Quienes promovemos la movilidad verdaderamente sostenible en las ciudades sabemos que esto se logrará fundamentalmente promoviendo la movilidad activa con ayuda de transporte público y otras herramientas, pero no tomando como base la producción de más automóviles. No olvidemos que uno de los pilares fundamentales de la movilidad sostenible es recuperar el espacio descomunal que ha ido ocupando el automóvil en nuestras ciudades, los coches eléctricos no abonarán en nada a lograr ese objetivo.