Everardo Flores Gómez
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Cada año se celebra en agosto el Día Mundial del Peatón con el objetivo de hacer conciencia sobre la vulnerabilidad de los peatones en las calles. Es común hablar de los usuarios de las vías siempre como si fueran los otros, los peatones, los ciclistas, los automovilistas o los usuarios del transporte público, pero en el caso de los peatones, incluidas las personas con discapacidad, no hay manera de que no nos refiramos a nosotros mismos cuando hablamos de peatones, aunque seamos muy ciclistas o muy adictos al automóvil siempre tendremos que concluir nuestros últimos pasos para llegar a nuestro destino caminando.
El Día Mundial del Peatón es una celebración que se remonta al año 1897, cuando ocurrió el primer siniestro vial con una víctima peatonal. El caso ocurrió en Londres, Inglaterra, y la peatona se llamaba Bridget Driscoll. Ella fue atropellada por un coche, pereciendo en el acto.
Además de hacer conciencia sobre la vulnerabilidad del peatón, el objetivo de esta celebración es difundir la cultura vial, promover los espacios adecuados para esta forma de moverse en las ciudades y no perder nuca de vista que TODOS SOMOS PEATONES.
En el año 2020 a nivel mundial murieron en siniestros de tránsito 1.35 millones de personas de las cuales el 26% fueron peatones o ciclistas. La mayoría de las víctimas fueron por siniestros ocurridos en los países en desarrollo y las cifras aumentan en la medida en que crece el parque vehicular.
Con el gran aumento de todo tipo de automotores: transporte público, automóviles particulares, trenes, motocicletas y demás, se redujo el número de los espacios de circulación para el peatón y para la década de 1990 y hasta la actualidad se ha insistido en la necesidad de mejorar los ambientes urbanos, reduciendo el tráfico promoviendo el transporte público y la movilidad activa.
Además de las personas que realizan sus recorridos habituales a pie, los peatones pueden utilizar ayudas para desplazarse como sillas de ruedas, andadores, bastones, patinetas y patines, pueden transportar distintas cargas en las manos, en la espalda, sobre la cabeza o los hombros, o mediante empuje o tracción. También se considera que las personas que hacen ejercicio, corren, o sencillamente se sientan o están de pie esperando en la vía pública son peatones. No debemos perder de vista que hoy, de acuerdo a las leyes ya aprobadas en México, los peatones encabezan la jerarquía de la movilidad y de acuerdo al artículo 6 de la Ley General de Movilidad, tenemos derecho a que la planeación, diseño e implementación de las políticas públicas, planes y programas en materia de movilidad deben favorecer a los peatones en todo momento, garantizándonos la prioridad en el uso y disposición de las vías en el orden que se muestra en la pirámide invertida de la movilidad.
Caminar es la manera natural y más antigua de desplazarnos, parece mentira que hoy tengamos no sólo que reivindicar esa actividad sino ofrecerle todas las garantías de seguridad, hay muchas personas en Yucatán y en Mérida que a falta de transporte público eficiente caminan grandes distancias aún bajo los rayos del sol, es por eso imperativo que de ahora en adelante dejen de hacerse periféricos y se construyan andadores peatonales arborizados, se peatonalicen calles en el centro de la ciudad, se construyan más pasos peatonales en todas las colonias, se promuevan caminatas y se organicen colectivos de peatones. Decía Nietzsche que todos los pensamientos verdaderamente grandes se conciben mientras se camina. Caminemos.
