Si acaso creíamos que con la supuesta aprobación de las comunidades originarias al Tren Maya se acabaría la polémica y veríamos a este proyecto ir viento en popa, pues con el amparo interpuesto por el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (Cripx) vemos que no hay nada más lejos de la realidad.
Como le explicamos en la nota que trae nuestro reportero Jesús Gómez, la obra clave del presidente Andrés Manuel López Obrador tendrá algunos contratiempos en su realización, ya que el Poder Judicial de la Federación ordenó la suspensión provisional de la misma.
No sabemos si esto lo veía venir el gobierno de la Cuarta Transformación, pero se trata de un inconveniente que seguro no le sentó bien al presidente de la República, muy preocupado sacando cuentas con los cachitos que venderá por la rifa del avión presidencial.
El amparo y la suspensión provisional de la obra no cobran importancia solamente por el hecho en sí, ya que, como recordarán, el aeropuerto de Santa Lucía también tuvo múltiples amparos, sino porque le demuestra al Gobierno Federal que existe todavía mucha oposición al proyecto y que no todos los indígenas están de acuerdo.
Es más, piden que la consulta de diciembre pasado se anule por completo, lo que, de llegar a darse, significaría un muy duro golpe para la 4T y sus “ejercicios democráticos” que, la verdad sea dicha, nunca dejan contentos a nadie.




