El fin de la primera república moderna

Carlos Hornelas

carlos.hornelas@gmail.com

Son tiempos aciagos para la democracia. En una campaña electoral en la que sus opositores del partido demócrata han aprovechado al máximo el proceso que se enfrenta como instigador de la toma del capitolio, por el supuesto fraude electoral en su contra, en una elección marcada por el insistente discurso de sus adversario que le señalan como un peligro para la democracia, Trump, pone más leña al fuego.

El viernes pasado, en un evento organizado por Turning Point Action, con comunidades “creyentes”, como se las llama, arengó: “Cristianos salgan a votar, solo esta vez. Ya no van a tener que hacerlo…Tienen que salir a votar. En cuatro años, no tendrán que volver a votar. Lo arreglaremos tan bien que no tendrán que votar”.

Mientras que la vocería de su causa explica que el significado de su mensaje es la esperanza de unidad y sintonía con los electores del país, el regreso de la prosperidad y la reducción de la polarización, los demócratas han subrayado la intención manifiesta desde esta fecha de convertirse en un dictador que amenaza con terminar con el régimen democrático en ese país. Hay quienes hablan de querer establecer un régimen en el que las reelecciones puedan ser ilimitadas.

En ese sentido, cabe recordar que Franklin Delano Roosevelt , del partido demócrata, pasó a la historia americana como el único presidente en haber ejercido el cargo durante cuatro mandatos consecutivos, de 1933 hasta 1945 sin tener la limitante actual de solo otro mandato para quien ya ha servido en esa posición.

Ante las diversas voces que claman que Trump ha sentenciado la muerte de la democracia americana y quiere acabar con las elecciones, el lunes por la noche la cadena Fox transmitió una entrevista en la que la conductora le instó hasta en tres ocasiones para que expresara el sentido auténtico en el que se debe interpretar el mensaje críptico pronunciado ante los creyentes de Turning Point Action.

Esquivo, como suele ser ante los cuestionamientos, Trump respondía con soliloquios y dando grandes vueltas hasta que declaró “voy a enderezar el país, ya no tendrán que votar. Ya no necesitaré su voto” la conductora Ingraham trató de llevar la conversación en favor de una interpretación metafórica, o algo así, pero nuevamente Trump remató “no se preocupen por el futuro. Tienen que votar el 5 de noviembre. Después, ya no tendrán que preocuparse por votar. No me importa, porque vamos a arreglarlo. El país arreglará y ya ni siquiera necesitaremos su voto, porque francamente tendremos tanto amor que, si ya no quieren votar, no pasa nada”.

La idea que tiene el ex mandatario es que la participación en los comicios de cristianos y particularmente de los católicos es muy escasa, de hecho su equipo está organizando registro de votantes en lugares de culto a fin de ampliar la base de apoyo para el canfidato republicano. En el caso de ganar, solo podría estar en la Casa Blanca durante cuatro años sin posibilidad de reelegirse si persisten las condiciones legales actuales.

Todo esto ocurre en un momento en el cual el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, se ha retirado de la campaña electoral y los reflectores se han dirigido hacia Kamala Harris, quien ha acortado la ventaja del republicano, según los últimos sondeos y puede tener dentro de su capital político el hecho de ser mujer y además afroamericana.

En declaraciones recientes, Trump aseguró que Kamala Harris decidió “volverse negra” hace unos años. Se preguntó ante la audiencia de la convención Nacional de Periodistas Negros: “¿Es india o es negra? Respeto ambas opciones, pero ella obviamente no, porque fue India de principio a fin, hasta que dio un giro y se volvió negra”.