Desde hace 29 años, don Martín Rigoberto Uitz Koyoc abre el local, ampliamente reconocido en aquella zona de la ciudad por sus tortas y tacos de empanizado y carnitas estilo Michoacán
Después de regresar de Cancún, don Martín Rigoberto Uitz Koyoc abrió “El Halconcito”, que, ubicado en Fraccionamiento Polígono 108 desde hace 29 años, es ampliamente reconocido en esta zona de la ciudad, donde son pioneros en el ramo.
“Cuando llegamos no había nada por acá”, dice nuestro amigo, quien recuerda que comenzó a trabajar con sus seis hermanos, los cuales poco a poco fueron abriendo sus propios negocios en otros puntos de la ciudad, manteniéndose él al frente del establecimiento en el que ofrece tortas de carne asada, empanizado, alambre y de pierna.
Por las noches el menú se amplía con asado, chorizo y queso y carnitas estilo Michoacán, y también se ofrece una torta especial de empanizado de un tamaño de tres cuartos de barra de pan francés, que con su romanita, queso y jamón, además de su huevo en torta, está para chuparse los dedos.
Esta cuesta 55 pesos, y es de las que mas le gustan a la gente, recalca don Martín, quien atiende el negocio en compañia de su esposa, su hija, su hijo y su nuera, quienes están comprometidos en darle una excelente atención a la clientela que acude a desayunar o a cenar al ya famoso Halconcito que se ubica en la Avenida 20 por calle 29 de Polígono 108.
Uno de los aspectos que la familia Uitz cuida mucho es el aspecto de la calidad en sus productos, que se mantiene íntegra a pesar de que los precios de los insumos por efectos inflacionarios se han elevado, por lo que aunque ha sido necesario hacer ajustes, estos no han sido desproporcionados, de apenas uno o dos pesos, y esto es posible al volumen de venta que tiene El Halconcito.
“En las mañanas abrimos de lunes a domingo de seis y media de la mañana a mediodía, y por las noches la actividad se reanuda a las 7 de la noche y hasta las 12 horas, pero solo de lunes a viernes”, explica el entrevistado, quien le tiene tanto amor a su actividad que, afirma, estará atendiéndolo todo el tiempo que sea posible, ya que “he dejado aquí muchos años de mi vida”.
Sin duda que habrá Halconcito por muchos años, porque ya está listo para tomar la estafeta del local el hijo de don Martín, quien desde los 14 años lo acompaña y ayuda en esta actividad en la que este local tiene ya un prestigio bien ganado.
“Sí nos ha costado trabajo lograrlo, porque hay que tener mucho tacto con el trato al público, muchos vienen a veces con ganas de discutir por cualquier situación, pero gracias a Dios la mayoría de nuestros clientes son buenos y nos recomiendan, eso es muy grato”, apuntó.