El Hanal Pixán, que significa “comida de las ánimas” en lengua maya, es una tradición que permite recordar a familiares y amigos que han fallecido, ofreciendo alimentos y bebidas para mantener el vínculo entre vivos y muertos, dado que para los mayas el alma es inmortal.
Días previos a la llegada de los finados, el ambiente se nota diferente, los mercados se llenan de colores con los tradicionales dulces tanto yucatecos como traídos del centro del país, mientras que en palanganas se ofrecen los dulces de camote, yuca y papaya.
En los pasillos del Lucas de Gálvez se observan velas de todos colores, y el aroma del incienso invade el aire; las flores de distintas variedades y precios, así como los insumos para preparar el famoso mucbilpollo, uno de los platillos más emblemáticos y sabrosos que todos esperan disfrutar en próximos días.
El chef Alberto Lavalle, explica en su página “Yucatán Foodie”, que la particularidad del “pib” radica en que, al igual que la famosa cochinita pibil, se cocina en un hoyo en la tierra, lo que le confiere un sabor inigualable y único.
En la actualidad, el mucbipollo además de que se sigue preparando en forma redonda, también se utilizan las famosas latas cuadradas en las que se coloca la hoja de plátano y encima la masa revuelta con manteca de cerdo y una salsa llamada k’ool, elaborada con caldo teñido de achiote.
Lavalle comenta que de manera original, el mucbipollo se hacía con pavo, pero con el tiempo se fue sustituyendo por pollo, carne de puerco y espelón, aunque en la actualidad se puede encontrar con otros rellenos, como lo podrá usted comprobar en la Feria del Mucbilpollo que hoy domingo se llevará a cabo en el parque de San Sebastián desde las ocho de la mañana y hasta las cuatro de la tarde, donde además del tradicional, estarán disponibles los rellenos de jamón y queso, de castacán y hasta de relleno negro,
Y en el altar, que es un símbolo de respeto y memoria hacia quienes ya no están con nosotros, además del pib, que es en realidad el nombre que recibe toda comida que se prepara enterrada, también se ofrece en honor a las animas el “xec”, una ensalada con mandarina, toronja, naranjas de china, jícama, toda picada como si fuera una ensalada y aderezada con jugo de naranja agria, chile piquín y cilantro. La palabra “xec” proviene del maya y significa “revuelto” o “revoltijo”, y se usa de manera coloquial para referirse a situaciones confusas.
En el altar, además de las fotos de los difuntos y flores, se incluyen elementos como la cruz verde que representa a la ceiba, el árbol de la vida de los mayas, las velas que son de colores si se trata de una ofrenda para los niños, y en este caso se incluyen hasta panes con forma de animales, además del vaso de agua natural, la comida que les gustaba a quienes se nos adelantaron, como el relleno negro, además del chocolate y pan dulce que se coloca para el desayuno. Con el tiempo, se han incorporado al altar, elementos como el pan de muerto y calaveritas de azúcar del centro del país.
La celebración dura tres días, permitiendo a las almas visitar a sus seres queridos. El 31 de octubre (u hanal palal) está dedicado a los niños, decorándose con un mantel blanco, dulces y juguetes. El 1 de noviembre (u hanal nucuch uinicoob) es para los adultos, con altares adornados con manteles de plátano o tela blanca, cigarros y utensilios de trabajo. El 2 de noviembre (u hanal pixanoob) es para los fieles difuntos, con oraciones en el cementerio.
Por cierto que si usted quiere conocer más acerca de esta celebración, puede visitar en la Plaza Grande, el altar monumental que hoy por la tarde se inaugura y donde el gobierno estatal llevará a cabo el próximo miércoles 30 de octubre la tradicional Muestra de Altares.
Datos a destacar
– De manera original, el mucbipollo se hacía con pavo, pero con el tiempo se fue sustituyendo por pollo, carne de puerco y espelón, aunque en la actualidad se puede encontrar con otros rellenos como jamón y queso, relleno negro, castacán, entre otros.
– El 1 de noviembre el altar está dedicado para los adultos; los altares son adornados con manteles de plátano o tela blanca, cigarros y utensilios de trabajo, así como de las bebidas o comidas que le gustaban al finado.
Texto y fotos: Mauel Pool
