A buen ritmo avanza la construcción, ahora a cargo del Imss, de uno de los hospitales más importantes en el sur del estado y que beneficiará a miles de yucatecos, quienes serán atendidos con calidad y calidez.
Hablamos del proyecto del Hospital General de Zona de Ticul, cuyo proyecto de construcción después de siete años de suspensión, se reinició en diciembre del año pasado y que, según se ha informado, contará con 70 camas y 15 especialidades para atender a la población de los municipios cercanos.
Esta estrategia es de gran importancia ya que, al fortalecer la capacidad de atención en esta zona, se ayudará a descongestionar la alta demanda que enfrentan los nosocomios ubicados en la capital yucateca.
En días pasados, autoridades del Imss, acompañadas del secretario de Salud del Gobierno del Estado, Mauricio Sauri Vivas, realizaron un recorrido de supervisión por las obras que ahora están a cargo de la empresa Epccor.
Como se recordará, el Hospital de Ticul es una obra que de manera inicial fue anunciada e impulsada por el gobierno de Ivonne Ortega Pacheco, la cual autorizó la 59 Legislatura local para que se realizara a través del esquema PPS, lo que implicó el establecimiento de un contrato de servicios de largo plazo, por 25 años, con un inversionista proveedor, en este caso Grupo Marhnos.
Fue en septiembre de 2012, cuando se firmó el contrato con la empresa, entonces se informó que sería un hospital de segundo nivel con 90 camas y que estaría listo en marzo de 2014, pero no fue así.
El siguiente gobernador, Rolando Zapata Bello, consideró excesivo el tamaño de ese centro hospitalario para las necesidades de la zona y también el costo, por lo que pidió hacer un edificio más pequeño, por lo que el proyecto se redujo primero a 60 camas y luego a 30.
El nuevo plazo de entrega se fijó para el 15 de enero de 2015, pero para ese momento, las obras del hospital apenas registraban un avance del 42 por ciento
Llegó febrero de 2015, y no se había entregado el nosocomio, la obra se suspendió y para mayo de ese mismo año, el gobierno de Zapata Bello decidió cancelar el contrato de construcción, por lo que la empresa demandó al gobierno de Yucatán por la cancelación del mismo.
El contrato incluía el diseño, construcción, equipamiento, puesta en marcha, operación, conservación y mantenimiento de ese nosocomio por un período de 25 años, que concluiría el 14 de septiembre de 2037, para entonces el nosocomio cuyo costo original era de 596 millones de pesos, y que aumentó a 948.8 millones, habría terminado por costar al gobierno del estado más de 5 mil, 571.5 millones de pesos.
Desde ese entonces, el hospital había permanecido inconcluso, lleno de maleza, abandonado y en malas condiciones, pero fue la intervención de las autoridades federales que libró al actual Gobierno del Estado de afrontar un conflicto legal heredado por la gobernadora Ortega Pacheco.
El 4 de marzo de 2020, el actual gobernador Mauricio Vila Dosal informó que, después de 15 meses, el Gobierno Federal y el Gobierno Estatal alcanzaron un acuerdo con Grupo Marhnos, que desistió de la demanda, evitando pagar los 740 millones de pesos de indemnización por haber rescindido el contrato, lo que permitió que en diciembre de 2022 se reiniciará la obra, entregada al Instituto Mexicano del Seguro Social (Imss). La inversión de la obra actual es de mil 73 millones de pesos
“Este proyecto hospitalario es un compromiso presidencial del cual, nuestro director, maestro Zoé Robledo, da puntual seguimiento semanalmente”, manifestó la titular de la Unidad de Evaluación de Órganos Desconcentrados, Luisa Obrador Garrido Cuesta, quien recalcó que la verificación de los avances del hospital tienen el objetivo de garantizar que todos y cada uno de los procesos se realicen en estricto apego a los lineamientos institucionales, y que en su momento los pacientes reciban atención médica con la más alta calidad y oportunidad.
Texto y foto: Manuel Pool