En la década de los 90, cuando Josiah Chua estaba aún en la escuela, “todo el mundo tenía un Tamagotchi”, dice un joven estilista de moda de Singapur.
Recuerda cómo el patio del colegio estaba repleto de niños adictos jugando con sus mascotas digitales.
“No creo que nos permitieran llevarlo a la escuela. Intentábamos esconderlos en la mochila”, asegura él.
Los recuerdos de Chua seguramente los comparten muchos millennials.
El juguete era una máquina de plástico en forma de huevo con una mascota a la que su dueño tenía que mantener “viva” y dar cariño y cuidados constantes. Fue artilugio ansiado y poseído por toda una generación tras su lanzamiento, en 1996. Ahora, más de 20 años después, está a punto de reaparecer.
El fabricante japonés Bandai lanzará en julio una nueva versión, pero esta vez a todo color, del clásico juguete clásico de origen japonés.
Solo que en esta nueva versión podrá hacer algo más que comer, dormir, emitir pitidos y morir.
De ser una mascota, ha pasado a ser todo un personaje, asegura Bandai, que lo promociona como una mascota que ahora puede habitar distintos países, casarse y reproducirse.
“Nuestros fans ya están muy emocionados y han hecho pedidos anticipados”, dice la directora de marketing de Bandai América, Tara Badie, sobre el Tamagotchi On, como se ha denominado a esta versión del siglo XXI.
Pero resulta que el Tamagochi nunca llegó a desaparecer del todo. Bandai lanza con frecuencia nuevos Tamagotchis en Japón y en otros mercados, pero este último modelo forma parte de una ola del gusto por lo retro, especialmente por símbolos de los años 80 y 90 que ahora se reinventan para atraer a las nuevas generaciones.
Otro ejemplo de este tipo de amor por la estética de las últimas décadas del siglo pasado se refleja, por ejemplo, en la vuelta a las pantallas del puercoespín Sonic de Sega, cuya película llegará a finales de año a los cines de Estados Unidos.
También las Spice Girls han tenido un nuevo renacer y se encuentran en estos momentos de gira mundial.
La vuelta del retro. La analista de ventas al por menor de la empresa Mintel, Chana Baram, dice que ha habido un aumento del número de productos retro que vuelven al mercado porque la gente siente una especie de nostalgia por los “viejos tiempos”.
“Estamos acostumbrados a que esto ocurra más con las prendas de ropa y la moda en general, pero cada vez se ve más en los artilugios antiguos”.
Esta tendencia también es identificable para el fabricante de juguetes Alessio Di Marco, cuya compañía, Tons-of-Toys, vende artículos antiguos y coleccionables.
En el último año, ha visto un “fuerte aumento del interés por los juguetes de la década de 1990”, como las Tortugas Ninja, los Power Rangers o Polly Pocket.
Di Marco dice que también hay mucho apetito por la “fabulosa década de las películas de Disney” desde “La sirenita”, estrenada en 1989, hasta “La bella y la bestia”, “Aladín” y “El rey león”, entre otros.
Texto y fotos: El Universal