Aunque hasta el momento los precios de los productos para elaborar el mucbilpollo son accesibles, los vendedores advierten que, como cada año, por la demanda se espera un alza importante en el costo de los insumos
En los mercados Lucas de Gálvez y San Benito se percibe un ambiente especial, los pasillos se visten de fiesta con los colores y aromas de los dulces de azúcar y calaveritas, además de los tradicionales melados de calabaza y yuca, que no pueden faltar en el altar en honor a los fieles difuntos, donde el protagonista principal será el famoso mucbilpollo.
Las vendedoras de hojas de plátano y atados de espelón se multiplican en la vía pública para ofrecer estos productos, en estos días de “primera necesidad”, a precios aún accesibles, aunque advierten que por la demanda como cada año se espera un alza importante, de modo que un paquete de hojas que hoy cuesta 15 pesos podría alcanzar los 25.
-Todo lo que vendemos se trae de Oxkutzcab, hasta la yuca que se puede hacer en dulce y que ahora está en 20 pesos el platito–explicó doña Mary, quien comentó a Punto Medio que desde hace muchos años se dedica a esta actividad, en la que trabaja como empleada.
Lo mismo ocurre con Magdalena y don Alfredo, que desde la madrugada llegan desde Dzibikak a su puesto de la calle 54, donde ofrecen el espelón ya desgranado en bolsas de kilo y de medio que se ofrecen a 60 pesos.
–Las ventas todavía no son tan buenas como esperamos, pero seguro que en estos días nos irá muy bien– manifestó el entrevistado, quien también tiene a la venta jícamas de Maxcanú y bolsas grandes de mandarina a diez pesos.
En uno de los pasillos del mercado Lucas de Gálvez se encuentra La Única Vallisoletana, que atiende con mucha amabilidad Miguel Ángel Santos, quien antes de informar el costo de los achiotes y recados que vende, recordó con mucho cariño a su padre que apenas hace dos años falleció, y a cuya memoria se elaborará en su casa el pib, tanto tradicional, como uno de kastacán, jamón crudo y queso Daysi que prepara la Tía Cristina, y que, afirmó,“está espectacular”.
-Hasta me erizo cuando recuerdo su sabor– dijo el entrevistado.
Consideró que lo más importante de estas fechas es poner el altar, “aunque sea humilde, pero eso sí, haciendo el rezo por el eterno descanso de los fieles difuntos, ellos saben que se les recordará”.
En cuanto a sus productos, que el mismo muele, explicó que el achiote sirve para pintar la masa y el recado rojo para darle color al col.
– Con un kilo de recado rojo que vale 40 pesos puedes hacer 6 o 7 pibes dependiendo del tamaño, y un sobrecito de cien gramos de semillas de achiote basta para ser fritos con dos litros de manteca para revolver con la masa–detalló. -En casa acostumbramos que desde temprano se prepare el pib para llevarlo a más tardar a la una al horno de leña de la panadería, nos cobran 15 pesos por cada lata.
Cuando sean las ocho, ya estamos listos para cenarlo con café, chocolate o refresco, y sabe mejor si ponemos salsa de chile habanero tamulado, que aquí tenemos a 15 pesos, un precio muy accesible– comentó Miguel.
En el recorrido, además de que nos enteramos que el kilo de puerco está a 70 pesos, visitamos a don Willy Romero, un ex carnicero que ha cumplido ya 94 años de edad, y que como cada año, en estos días sale de su retiro y regresa al San Benito para vender la manteca que ha elaborado y juntado desde enero, y la ofrece a un precio de 30 pesos el litro, 15 el medio y 10 pesos el cuarto.
– Es algo que me gusta hacer y que sigo haciendo para no morirme, porque me gusta mucho trabajar, aunque mis hijos me den lo que necesito– comentó a Punto Medio este hombre trabajador, quien recordó que hace muchos años, en el mercado, no se acostumbraba comprar el pollo procesado como ahora, sino que se vendían gallinas con plumas.
Más adelante, en el área de pollerías, don Manuel Jesús Cano Pacheco comentó que además de los pollos, la gente antigua prefiere las gallinas para darle un mejor sabor a su pib. “Aquí tenemos gallipavas y gallinas ligeras que están a 50 pesos el kilo, además del pollo que cuesta 35 pesos el kilo”, expresó el entrevistado, quien estaba acompañado en la entrevista por su esposa, la señora Nidia Solís Carrillo.
Texto: Manuel Pool
Foto: Cortesía