El Museo del Modelismo Estático (Nume) abrió sus puertas hace un año en un predio de la calle 27 de la colonia Miguel Alemán. Nació de la iniciativa del doctor Jorge Alvarado Mejía, quien fuera integrante de la Asociación Yucateca de Modelismo A.C. Bunker Maya, fundada en el 2010, y a la fecha cuenta con tres salas de exhibición, en la que se pueden observar bellos ejemplares de la aviación civil y militar, barcos y ferrocarriles en diversas escalas.
“El modelismo es también una forma muy divertida de aprender historia”, comentó Alvarado Mejía, quien ayer fue testigo de la presentación de la maqueta ferroviaria en la que durante más de un año trabajó el señor Antonio Lagos.
La maqueta ferroviaria modular esta construida en escala N (1/160) diseñada bajo el estandard N-Trak. Consta de 12 módulos individuales e interconectables, por lo que cualquier modelista puede aportar un módulo e incorporarlo a la maqueta en la que los ferrocarriles se mueven con un mecanismo automatizado, que permite accionar el silbato y con ello, transportarnos mágicamente a una bella época en la que esté medio de transporte fue vital para el desarrollo del país en general.
Durante el evento, el investigador Manuel Escalante Memeri ofreció una amena charla en la que llevó a los presentes a conocer la historia del ferrocarril en Yucatán, desde sus inicios, las primeras rutas como la Mérida-Peto y las primeras empresas que se fusionaron, primero como Unidos de Yucatán y luego como Unidos del Sureste, hasta principios de los años 90, cuando el sector fue privatizado.
El tema de los ferrocarriles es sin duda apasionante y si usted decide visitar el Mume, seguramente se admirará con las piezas que se exhiben y con una maqueta más grande, de escala H/O 1:87 que cuenta inclusive con iluminación.
En esta maqueta, que le llevó más de dos años construir al señor Escalante Memeri, de 2013 al 2015, se representa una población ficticia de México en la que se ejemplifica la época en que el ferrocarril prestó servicio en todo el teritorio nacional, y muestra una zona agrícola donde podemos encontrar un rancho con embarcadero para ganado, un elevador de granos e incluso una fábrica harinera.
También se representa una zona urbana con diferentes servicios como una estación de bomberos, una central eléctrica, una iglesia donde se puede apreciar un casamiento, una escuela, la torre de agua potable, una gasolinera, un parador de autobuses con su restaurante, un parque principal que aglomera a los pobladores y por supuesto, las casas habitación.
“En la zona de ferrocarriles se encuentra una estación con andén de pasajeros, una via de carga, el área de abastecimineto de locomotoras, así como una armonera perteneciente al área de vías y estructuras”, explicó su creador.
Intercambios y ubicación
En este museo, cuyos directivos ya trabajan para realizar intercambios y préstamos con otros similares ubicados en diferentes ciudades como Tampico, Tamaulipas, donde recientemente finalizó la muestra dedicada a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) que se integró por 50 modelos a escala, uniforme de los cadetes del colegio del aire, el uniforme de vuelo de un piloto de helicóptero, silla real de un Lockheed T33 Shooting Star, libros relacionados con la historia y desarrollo de la FAM desde la época revolucionaria hasta la fecha y otros objetos valiosos.
Si usted desea visitar este museo tenga en cuenta que labora los jueves y sábados y se cobra una cuota de recuperación de 40 pesos para adultos y 20 pesos niños y estudiantes. El Mume se ubica en el número 301 A de la calle 27 entre 30 y 36 de la colonia Alemán.
datos a destacar
– El Museo del Modelismo Estático (Mume) cuenta con tres salas de exhibición, en la que se pueden observar bellos ejemplares de la aviación civil y militar, barcos y ferrocarriles en diversas escalas.
– Si existe el interés de visitar este museo, tenga en cuenta que labora los jueves y sábados y se cobra una cuota de recuperación de 40 pesos para adultos y 20 pesos para niños y estudiantes. El Mume se ubica en el número 301 A de la calle 27 entre 30 y 36 de la colonia Miguel Alemán.
Texto y fotos: Manuel Pool