El Momentum Mérida

ALEJANDRO DEL RIO PIMENTEL

alex@villavainilla.com.mx

Amante de la buena vida y apasionado de los negocios (rentables); formado por mis queridos padres y deformado en el Tec, EOI (Madrid), IPADE, ITAM y Kellogg (Chicago).

Mérida es una de las ciudades de Latinoamérica con mayor crecimiento y desarrollo, afortunada o desafortunadamente (para los menos… de criterio). Pero no nos engañemos; el crecimiento no se debe a lo majestuoso del Paseo Montejo, a las puestas de sol veraniegas del puerto, ni a la orilla crujiente del Pib. Tampoco el desarrollo económico se debe a su fértil tierra, ya que la geografía en su mayoría rocosa impide la producción de cultivos más rentables que los cítricos; y finalmente la lejanía con el centro del país es una barrera logística para desarrollo industrial.

Entonces te has de preguntar…  ¿a qué se debe el crecimiento? o mejor aún ¿cómo puedo aprovecharlo? (o al menos no sufrirlo)

Vamos por partes, primero que nada, el crecimiento exponencial que ha tenido Mérida se debe a tres factores clave: seguridad, “security” y “la sécurité”, y está no solo se debe a la Policía (quien mucho mérito tiene). El estado de respeto, la paz y la seguridad se debe principalmente a la fortaleza del tejido social y del amplio sentido de pertenencia y de amor por esta tierra (aun con sus rocas).

Les pongo dos ejemplos, el primero fue hace años cuando estaba construyendo la fábrica, la cual moví de la Ciudad de México para acá, por una sola razón… seguridad (adivinaron). Les cuento que estaba en la recta final de dicha construcción y “Tony”, el eléctrico, que estaba terminado la instalación de lámparas de la nave, abandonó la obra obviamente quedándose con el anticipo. Al día siguiente se presenta don Luis, el maestro albaNil, (albañil para los wuaches), y me dice: “Buenas tardes, don Alejandro, y ¿para cuándo terminará Tony? Porque necesito resanar los huecos que hace. A lo que le respondí que ya me había dejado mal. Para mi sorpresa e incredulidad, me dice: “No se preocupe yo lo arreglo”… y como por arte de magia el lunes siguiente estaba Tony terminando los trabajos. Obviamente le pregunté asustado que qué había hecho para obligar a Tony (imaginándome sofisticados métodos de tortura Maya), a lo que me respondió: “Nada, sólo fui afuera de la iglesia el domingo y le comenté a <<su Papá de Tony>> lo sucedido; y, además de chiviarse, lo obligó a cumplir su trabajo bajo el argumento que nadie en su comunidad iba a decir que un “Balam” había quedado mal.

Otro de los aspectos fundamentales es la construcción del tejido social como una gran familia, por ejemplo, decirle “tío” a todos los papás de tus amigos y conocidos, además de un código de respeto a los mayores, fundamental en toda sociedad con principios, hace multiplicar por mil a la conciencia. Lo ejemplifico, un día en un bar me tocó ver a un chavo que estaba “matándose” a shots y se acerca uno de estos “tíos” y con la pura vista a la hora de saludarlo lo hizo parar. Acto seguido y para desgracia del chavo, me encuentro en el baño al “Tío” y escucho que está hablando con el papá del chavo contándole lo sucedido. Mismo que cualquiera haríamos por un familiar directo, pero acá se hace también por alguien simplemente conocido, evitando con esto accidentes y más importante aún, acorralando el abuso de alcohol, consumo de drogas y por ende el tráfico para surtirlas a los consumidores.

En fin, estos son solo dos ejemplos, pero lo importante es analizar que la clave para mantener una ciudad próspera y ordenada es el arraigo y cariño por tu tierra, así como la cohesión que da el sentido de educación colectiva. La próxima semana compartiré algunos consejos y opiniones que sugiero hacer en el día y día para mantener la esencia y capitalizar el crecimiento.

 

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