AKierkegaard (Dinamarca: 1813-1855) se le atribuye ser el padre del Existencialismo. Aunque luego, derivado hacia otros filósofos más representativos, por su influencia en el pensamiento social, el Existencialismo tomó otras vertientes; concretamente la de Jean Paul Sartre y la de Martín Heidegger. Kierkegaard parte de su propia experiencia personal para desarrollar una filosofía subjetiva.
Es decir, que lo que le pasa a la persona sólo le pasa a él; cómo se siente o qué piensa ante una situación determinada. En su mundo existencial, Kierkegaard se debate entre aquello que es propio de los otros (sus juicios, sus sentimientos, sus pensamientos, sus acciones…) y lo que sólo le pertenece a la persona. De esta manera podemos definir a lo “existencial” como una conducta, una manera de ser, de estar y de existir. Y es precisamente de este “existir” de la persona, donde se establece la diferencia con los demás y lo demás.
Ser un ser existencial, es ser un ser “que sólo es o está”, que “es y no es”, y lo que es no alcanza a representar su “yo”. Un “yo” que en su “estadio estético”, afirma Kierkegaard, es incapaz de reconocerse. Sartre hablará luego de la libertad de un ser que no alcanza para definirlo, que no es suficiente para que el sujeto encuentre su razón de ser; ser alguien y no nadie. En este mismo sentido, y para ser más claros; el ser sólo existencial suele ser nadie y no alguien. Ya que “ser alguien” dependerá de la libertad y la voluntad suficientes del ser, de la potencialidad en su devenir, dirá Heidegger.
En su mundo, Kierkegaard se presenta a sí mismo como un ser ambivalente, lleno de dudas y contradicciones, de búsquedas. Kierkegaard se busca a sí mismo, busca su identidad. Su filosofía habla de tres estadios de la vida; el estético, el ético y el espiritual.
El estadio estético representa al ser veleidoso y narcisista, ocupado sólo de sí mismo, de sus gustos, pasiones y deseos, de la vida mundana (existencial) que le impide mirar su relación con el otro y con lo espiritual. Su filosofía sólo es su realidad presente, su “aquí y ahora”, sin pasado ni futuro ni hacia los demás ni hacia Dios. El hombre ético, dice Kierkegaard, es un ser más responsable, ocupado de su deber y amor por los demás, con su propia familia a la que Kierkegaard ve como ejemplo supremo del estadio ético de un ser.
Pero es el estadio espiritual (o religioso) por el que Kierkegaard luchó toda su vida, y por lo que su filosofía existencialista se diferencia de las otras. De los tres existencialistas, Kierkegaard es el único religioso. Veía en la religión, naturalmente en su estricta relación con Dios y no con la iglesia de la que era muy crítico, su salvación espiritual. En “Temor y temblor” (Edit. Losada; Argentina. 2008) expone de manera magistral el caso de Abraham al verse obligado a sacrificar a su hijo Issac por petición de Dios.
El soliloquio que le atribuye, y que no aparece en la Biblia, es inquietante y dramático. Lo cito: “Agarró a Issac por el pecho, lo arrojó por tierra y gritó: ¡estúpido! ¿Crees tú que soy tu padre? ¡Soy un idólatra! ¿Crees tú que obedezco al mandato divino? ¡Hago lo que me viene en gana! Entonces Issac se estremeció y exclamó en su angustia: ¡Dios del cielo, ten piedad de mí! ¡Sé mi padre, ya no tengo otro en esta tierra! Pero Abraham se dijo muy quedo: Dios del cielo, yo te doy las gracias; vale más que me crea un monstruo antes que perder la fe en ti”. Bien hubiera podido Abraham desobedecer y no acatar aquella orden que en lo humano le parecía descabellada. ¿Cómo clavar un cuchillo en el pecho de su amor más preciado? ¿Pero era Dios quien se lo pedía sin más piedad ni razones? O lo obedecía o su fe no serviría de nada. En la vida espiritual ante el misterio divino;
Dios está ante todo. “Nada se perderá de aquellos que fueron grandes -dice en la página 20-, cada uno a su modo y según la grandeza del objeto que amaron. Porque fue grande por su persona quien se amó a sí mismo; y quien amó a otro fue grande dándose; pero fue el más grande de todos quien amó a Dios”.
MARIO BARGHOMZ
Escritor (ensayista y crítico de arte), Filósofo Humanista y Master en Psicoterapia.