El mundo del olor

Por Didier Ucán

Una comida bien guisada, libros nuevos, el petricor… Todos los olores placenteros del mundo vienen a veces de sitios inesperados. El olfato es uno de los sentidos más olvidados a la hora de explotarlos como pretextos en una historia. Sabemos más sobre el gusto, o sobre el tacto, quizá sobre la vista, pero el olor es algo tan delicado, tan intangible que por momentos se nos hace difícil comprender cómo puede este ser un hilo conductor en una historia.

En 1985, Patrick Süskind lanza su novela titulada “El Perfume”; en ella conoceremos el evanescente mundo de los olores. A través de Jean Baptiste-Grenouille el autor plasma un fiel retrato de la Francia de finales del siglo XVIII, el protagonista nace con un don peculiar: una nariz privilegiada que lo lleva a percibir el mundo a través del olfato. Su vida no es fácil y se ve plagada de la desgracia, la animadversión y el rechazo social.

En el mundo de los olores Süskind aprovecha un magistral punto de partida para crear el conflicto en su novela; el protagonista, a pesar de tener una nariz privilegiada, no posee olor y es este suceso el que lo acompleja, el que lo acompaña y el que crea el caos en la mente de Jean Baptiste, el que lo impulsa a toda costa a experimentar con los olores, a la búsqueda de su identidad misma.

Entre descripciones de olores agradables y olor a queso rancio, orina y sudor, Patrick Süskind da un paseo por el sentido del olfato, parece poder oler nuestro interés en ese mundo tan inexplorado, por lo que explota y va vertiendo entre matraces y procedimientos dignos de un maestro su fragancia última… La de la novela.

El perfume se convierte en el libro, y las fragancias de flores se convierten en arrebatos violentos y perversos. Sus líneas terminan por construir una colonia agridulce de sentimientos encontrados.

 

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *