El mundo no soporta más uso de energías fósiles: Lula en COP30

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, advirtió este viernes que el mundo “no soporta más el modelo de desarrollo basado en el uso intensivo de combustibles fósiles”, durante la cumbre de líderes previa a la COP30 en Belém.

Lula volvió a poner sobre la mesa la discusión respecto a la transición energética, dos años después de que el mundo adoptara en la COP28 de Dubái un compromiso de salir progresivamente de las energías fósiles.

Las decisiones sobre el sector energético “definirán nuestro éxito o fracaso en la batalla contra el cambio climático”, sostuvo Lula durante un discurso en una sesión dedicada al tema junto a otros líderes.

En Brasil, el mandatario de izquierda enfrenta críticas de ambientalistas por haber impulsado este año un megaproyecto de exploración petrolera marítima cerca de las costas amazónicas.

Lula argumenta que las ganancias de la explotación de hidrocarburos son necesarias para financiar la transición.

Esa alternativa “permanece como un camino válido para los países en desarrollo”, defendió.

Grito de socorro

Los países más vulnerables al calentamiento global lanzaron este viernes un nuevo grito de socorro al mundo desarrollado en pro de una financiación climática “justa”, en el cierre de la cumbre de líderes de la COP30 de Belém.

La transición energética y la revisión del Acuerdo de París, del que se cumplen diez años, fueron los temas centrales de dos paneles de discusión, mientras continuaba la sesión plenaria con los discursos de los representantes de cada país.

Ayer un nutrido grupo de países pobres y en desarrollo se dirigió a un pleno que por momentos fue fantasmagórico, lleno de sillas vacías, en esta segunda y última jornada de la cumbre, antesala de la conferencia climática, que comenzará el lunes y se extenderá hasta el día 21.

Estados insulares exigen justicia climática

Varios de los ponentes fueron pequeños estados insulares, los que menos contaminan y más sufren los impactos de la emergencia climática, en forma de fenómenos meteorológicos extremos e inseguridad alimentaria.

El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, alertó de que la inacción está llevando a estas naciones “al borde de la extinción”.

La canciller de Santo Tomé y Príncipe, Ilza Maria dos Santos, subrayó que “la vulnerabilidad puede transformarse en fuerza” si se garantiza la cooperación, la inversión y el respeto a los derechos territoriales.

Al deseo de que se materialice la promesa de 1-3 billones de dólares anuales en financiación climática para los países en desarrollo, se sumaron también Perú, Sudán del Sur, Ruanda, Senegal y Sierra Leona, entre otros.

Otros países mezclaron las reivindicaciones climáticas con sus propias crisis. Ese fue el caso de Venezuela, cuyo canciller Yván Gil criticó que “el imperialismo” no envíe barcos para “reparar los daños del cambio climático”, sino para “asediar” y “saquear” el petróleo de su país.

Texto y foto: EFE / Agencias