El museo de arte sacro de Conkal, un verdadero tesoro

Uno de los museos más hermosos y que es una verdadera joya, tanto para católicos como para quienes profesan otras religiones, es el Museo de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Yucatán, ubicado en el ex convento Franciscano de Conkal, que después de ser restaurado en 2001 alberga una de las colecciones más importante de objetos procedentes de diversas parroquias de todo el estado, como ornamentos, imágenes, además de una línea del tiempo en la que con imágenes se muestran fechas importantes en el quehacer de los arzobispos que ha tenido Yucatán.

-Nunca pensé que aquí en Conkal existiera un Museo de Arte Sacro. Me parece fabuloso, uno aprende mucho– dijo la señora Carolina Martínez, quien comentó al equipo de Punto Medio que observar las inscripciones en latín, ver las pinturas murales y escuchar los cantos gregorianos en la sala dedicada a rememorar cómo eran las misas tridentinas antes del Concilio Vaticano II, fue algo inolvidable.

-Este museo me gustó mucho por el tipo de arquitectura, los techos son muy altos y el viento refresca bastante en las partes en las que no hay aire acondicionado. Para mí es como un oasis en el desierto porque encuentro en él una opción cultural que no me esperaba, está muy bello– indicó la también maestra en letras clásicas.

Don Oscar Amaya, quien hace la función de custodio y recepcionista en el lugar, comentó que este museo tiene seis salas con temática distinta, como la dedicada al arzobispado que se creó en 1906 (antes era obispado), donde se recuerda la persecución de que fue objeto la iglesia en tiempos de Salvador Alvarado, lo que propició la extradición a Cuba del primer Arzobispo que tuvo Yucatán, monseñor Martín Tritschler y Córdova, y la destrucción de la Iglesia Catedral ocurrida el 24 de septiembre de 1915, con fotografías originales que dan cuenta del antes y después.

Durante ese tiempo, la Iglesia de Conkal al igual que las de todo Yucatán, fueron cerradas al culto público, y desgraciadamente hubo muchos saqueos de imágenes y piezas. En la Catedral, se perdió el Cristo de Ichmul original, cuyas imágenes captadas por la lente de Pedro Guerra, también se encuentran en el lugar junto con un sudario.

También se exhibe la corona que ofreció el pueblo yucateco a la santísima Virgen de Guadalupe en su Santuario de San Cristóbal en 1945, y pinturas muy importantes como un mural que se exhibía hasta hace unos años en la Catedral y que fue un regalo del segundo arzobispo de Yucatán, Monseñor Fernando Ruiz Solórzano con motivo del 400 aniversario de la Fundación de Mérida.

Para finalizar el recorrido dominical, vale la pena visitar las loncherías del mercado municipal, ubicado justo enfrente del acceso al museo, donde además de la tradicional cochinita pibil, se pueden degustar unos sabrosos tamales horneados, además del famoso mondongo, característico de Conkal y que es prácticamente muy difícil de encontrar, porque se agota desde temprano.

Texto: Manuel Pool
Fotos: Luis Payán

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