Conocer los orígenes de los platillos yucatecos, presenciar la manera en la que se entierra la cochinita pibil, el lechón al horno o el relleno negro y lo mejor de todo, saborear estos manjares con tortillas recién torteadas, es una experiencia que solo se puede disfrutar en el Museo de la Gastronomía Yucateca, que abrió sus puertas apenas hace tres semanas y que ha tenido una gran aceptación por parte del público, que de manera literal hace un viaje por las tradiciones y sabores del pueblo maya.
“El MUGY, es una idea que nos llevó más de dos años hacer realidad, y lo hicimos porque estamos orgullosos de la nuestra gastronomía, pero no queríamos ser solo un restaurante, sino compartir con el visitante, con el comensal, toda una experiencia, en la que después de viajar al pasado, lo hagamos a una comunidad maya, con sus palapas para ver el esmero y el gusto con el que se preparan estos platillos, por gente que lleva años preparándolos, como el chef Juan Bautista, quien inclusive ha ganado premios por la excelencia con que realiza su trabajo”, explicó el joven José Enrique Linaje Rosado, quien junto con su amigo y ahora socio Diego Mantecón Ponce, llevan las riendas de este bello lugar ubicado en pleno corazón de la capital yucateca.
En el menú además de los clásicos platillos elaborados con la receta original, también figuran algunas propuestas novedosas como unos sabrosos frijoles refritos revueltos con una base de chicharrón de cerdo y otra de longaniza de Valladolid, que es tan sabrosa, que Enrique y Diego no dudaron en ofrecerla como especialidad de la casa y nombrarla “Frijoles MUGY”.
Otra de las entradas que vale la pena disfrutar es la crema de remolacha, con una tonalidad rosa muy atractiva, y un sabor delicioso que es apenas una antesala para elegir alguno de los platos fuertes entre los que se destaca, si es domingo, un espectacular puchero de tres carnes, de los que vale la pena disfrutar en familia.
Y qué decir del poc chuc, que se sirve en una especie de comal que mantiene la carne calientita y lista para disfrutarla de su cebollita roja curtida y su chiltomate, sin faltar su delicioso frijol colado, con un sabor y aroma que en verdad remonta al comensal a una humilde cocina de algún pueblo, donde se goza de la atención amable de los anfitriones, que es la misma disposición y trato que se recibe en el Museo de la Gastronomía Yucateca, donde podrá usted encontrarse a don Ricardo Buenfil, ofreciéndole un refrescante Té de ramón, que a decir de Enrique Linaje, ha sido todo un hit.
Tanto ha gustado, que ahora se trabaja en la manera en la que podrá ser incorporado a la amplia variedad de cocteles que se ofrece y en la que destaca uno llamado Ruta Ácida, que se prepara con xtabentún flameado en una jícara acompañado de jugo de mandarina y otros cítricos.
“Tenemos otra creación a la que llamamos Kuxuub, que es el nombre con el que se conoce el kiwi en las comunidades mayas, y que servimos con una escarcha que se obtiene a partir de tortilla quemada revuelta con sal para presentar el coctel, además de la sangría yucateca con jugo de lima”, explicó Diego, quien no oculta la satisfacción de haber recibido hace unos días a los cantantes Jorge Drexler, Gilberto Gil y al grupo español Marlango, que participaron en el Festival Internacional de la Trova.
“También estuvo con nosotros el Secretario de Turismo del Gobierno Federal, Miguel Torruco Marquéz”, comentó Enrique, quien se dijo muy satisfecho de la buena respuesta que los visitantes nacionales e internacionales han tenido para aceptar esta propuesta, única en Latinoamérica y probablemente en el mundo.
Texto y fotos: Manuel Pool Moguel