El orgullo LGBTIQA+

René Emir Buenfil Viera 
psicrenebuenfil@gmail.com

Al ir quedando atrás la Mérida de antaño, el Yucatán del siglo pasado, vamos viviendo una realidad cada vez más diversa en las sexualidades y su ejercicio mientras transitamos hacia un contexto social de mayor aceptación cuando alguien sale del closet, y de muchas personas jóvenes que nunca estuvieron ahí metidas porque no hubo necesidad, y vamos entendiendo cada vez mejor que la discriminación, la marginación y la exclusión se pagan caras, aunque claro, siendo nuestro Estado uno tradicionalista y conservador la LGBTfobia sigue activa y rampante en muchas personas yucatecas. 

Es precisamente por los intentos de retrocesos en el reconocimiento de los derechos de la diversidad sexual, en los intentos de callar la educación integral de la sexualidad en las escuelas para prevenir el abuso sexual infantil, en colegios donde si te sales de la heteronorma tus compañeros y compañeras te pueden hacer la vida imposible con la violencia escolar o bullying, siguen y seguirán siendo necesarias las marchas del orgullo LGBTIQA+. 

Y es que podemos elegir creer que una sociedad yucateca más incluyente es posible y tener la esperanza de que los esfuerzos por visibilizar a las disidencias sexuales formará cada vez más aliados y aliadas en lugar de represión y crímenes de odio. 

Las personas en la diversidad pueden sentirse orgullosas de ser quien son sin que nadie intente cambiarles la orientación sexual que descubrieron, no eligieron, mediante pseudoterapias de una supuesta conversión que no convierten nada. La comunidad LGBTIQA+ en Yucatán no tendría porqué esconderse o estar temerosa de ser atacades al salir a la calle, y quienes no pertenecemos a esta comunidad deberíamos tener cuidado a quien odiamos, porque pudieran ser personas cercanas, que amas como tu familia o tus amix (amigas, amigos), así que aguas. 

El problema con la homofobia, bifobia y transfobia internalizadas es que nos cuesta trabajo entenderla y aceptarla en nosotros(as), pensamos ¿yo? ¿Cómo voy a ser así si no agredo a estas personas? Pues, quererlas pero de lejitos, y no querer convivir con elles es un acto de segregación y exclusión que parte de la ignorancia por el miedo a lo desconocido, pues si convivieras con más personas LGBTIQA+ seguro derribarías muchos mitos y prejuicios al darte cuenta que son personas con luces y sombras como todas las demás, y que tener una orientación sexual particular no te define como persona.