El Papa afirma, sobre la eutanasia, que con la vida no se juega

El papa Francisco condenó ayer las leyes que regulan la eutanasia y afirmó que “con la vida no se juega”, durante la conferencia de prensa en el avión que le traslada de regreso al Vaticano una vez concluido su viaje a Marsella, en Francia, donde en breve se presentará una norma para regularla.

El papa negó que hubiera hablado de este tema con el presidente francés, Emmanuel Macron, en la reunión celebrada en el Palais du Pharo, de Marsella, pero confesó que le expresó claramente su posición contraria en el anterior encuentro en el Vaticano.

Francisco había acudido a Marsella para participar en los “Encuentros Mediterráneos”, una iniciativa de la Iglesia católica donde se puso sobre todo el foco en la crisis migratoria en Europa.

El papa aseguró que la posición que expresó a Macron es que “con la vida no se juega, ni al inicio, ni al final” y advirtió que “al final todo termina con la política del no dolor y la eutanasia humanitaria”.

Pidió “tener cuidados con las colonizaciones ideológicas que van contra la vida humana” y aseguró que “hoy en día se cancela la vida de los abuelos”.

“No con la vida no se juega”, agregó Francisco, que en sus discursos en Marsella ante Macrón previno contra “la perspectiva falsamente digna de una muerte dulce” asegurando que era “una muerte salada”.

El Gobierno francés prepara desde hace meses un proyecto de ley sobre la eutanasia. El texto se iba a presentar en el Consejo de Ministros del pasado jueves -un día antes de la llegada del Papa a Marsella-, pero se retrasó aduciendo necesidades del calendario de trabajo. 

El papa celebra una misa ante 50 mil personas en Marsella con la presencia de Macron

El papa Francisco celebró ayer una misa en el estadio Velódromo de Marsella, en el sur de Francia, ante unas 50,000 personas y a la que asistió el presidente francés, Emmanuele Macron, en el último acto de su visita de poco más de 24 horas a esta ciudad.

Francisco llegó el viernes a la ciudad portuaria para participar en los Encuentros Mediterráneos, un evento en el que se han dado cita 60 obispos y jóvenes de países de la cuenca mediterránea, pero la Iglesia local había insistido para que Francisco celebrase misa en este país, altamente secularizado, por lo que finalmente se añadió un día a la visita.El papa se dirigió en papamóvil al estadio entre el entusiasmo de los marselleses que se echaron a las calles a recibirlo y, según las autoridades locales citadas por el Vaticano, fueron cerca de 100,000 personas las que esperaron el paso del pontífice argentino recorriendo la avenida que llevaba al lugar de la misa.

Al evento religioso, celebrado en el estadio del equipo de fútbol del Olympique de Marsella, asistió Macron, lo que le valió algunas críticas y la presidencia tuvo que precisar que “no se violaban los principios de laicidad de la República”, en un momento además en el que el Gobierno acaba de prohibir las abayas en las escuelas públicas por tratarse de un signo religioso que identifica a las mujeres musulmanas.

La defensa de la laicidad “no excluye que la República tenga relaciones con todos los cultos, incluido el culto católico”, respondieron desde el Elíseo, antes de recalcar que Macron “asiste a la misa pero no participa como creyente o al nivel religioso, no es para nada la misma cosa que ir a comulgar, por ejemplo”.

Texto y foto: EFE