El papa Francisco aseguró ayer que no se puede aceptar “ningún silencio ni encubrimiento” sobre los abusos en la Iglesia y exhortó a “perseguir el esclarecimiento de la verdad y el restablecimiento de la justicia dentro de la comunidad eclesial” incluso en los casos en los que no se haya cometido un delito. “Ningún silencio u ocultación puede ser aceptado sobre el abuso. Esto no es negociable”, dijo el pontífice durante una audiencia a los asistentes al encuentro de servicios y centros territoriales de escucha para la protección de menores y de los más vulnerables promovido por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI).
Según un informe publicado el jueves, el segundo desde que los obispos italianos pusieron en marcha una operación de transparencia, la CEI recibió 54 denuncias de presuntos casos de abusos sexuales cometidos por 32 personas relacionadas con la Iglesia a tenor de los datos recogidos en 2022 en los centros puestos a disposición.
Para Francisco “es importante perseguir la verificación de la verdad y el restablecimiento de la justicia dentro de la comunidad eclesial también en aquellos casos en que ciertas conductas no sean consideradas como delito por la ley del Estado, pero sí por la normativa canónica”.
Para “prevenir las oportunidades del mal” se requiere “una actividad de formación constante, dirigida a difundir sensibilidad y atención a la protección de los más vulnerables”, que es “importante también fuera de nuestro mundo eclesiástico”, explicó. Porque “según las estadísticas mundiales, entre el 42 y el 46% de los abusos ocurren en la familia o en el barrio. Cállate, cubre todo: tíos, abuelos, hermanos, todo. . . Luego el mundo del deporte, en las escuelas, etc.”.
Según el informe de la CEI sobre los abusos, casi todas las denuncias se refieren a casos presenciales (29), tres a través Internet y la mayoría ocurrieron en la parroquia (17 de 29); la edad de las presuntas víctimas en el momento de los hechos se concentra en el rango de edad de 15 a 18 años.
Texto y foto: EFE