El papa Francisco, de 86 años, dijo ayer que por “un problema de inflamación pulmonar” no podía asomarse a la plaza San Pedro para rezar con los fieles el Ángelus dominical y en su lugar debía quedarse en su residencia en la Casa Santa Marta.
“Hoy no puedo asomar por la ventana porque tengo este problema de inflamación pulmonar, y leyendo la reflexión estará el monseñor Paolo Braida que las conoce bien porque es él quien las hace y siempre las hace tan bien. Muchas gracias por su presencia”, dijo Francisco en una retransmisión en directo.
En algunos de los planos de la retransmisión, pudo observarse que en la mano derecha Francisco llevaba un parche y dos accesos para vías intravenosas, aunque sí que recitó el Ángelus, con alguna dificultad y visiblemente cansado, sentado en el altar de la capilla.
Posteriormente, dio el relevo de la palabra a Braida, quien leyó las reflexiones que acompañan al rezo dominical, en las que se celebró que “finalmente hay una tregua entre Israel y Palestina y algunos rehenes han sido liberados”.
“Recemos para que todos lo sean cuanto antes: pensemos en sus familias. Que entre más ayuda humanitaria en Gaza, e insistamos en el diálogo: es la única vía, la única manera de tener paz. Quien no quiere el diálogo no quiere la paz”, indicó el sacerdote.
El sábado, el Vaticano anunció que la agenda prevista el sábado para el pontífice fue cancelada debido a que se encuentra en un “ligero estado gripal”.