El papa Francisco “pedirá perdón” por los pecados de la Iglesia durante la vigilia previa a la segunda sesión del Sínodo de Obispos, el 1 de octubre próximo en la basílica de San Pedro y donde se podrán escuchar los testimonios de tres víctimas, incluido el de una de abusos sexuales.
La reunión de obispos de todo el mundo, que se celebrará en el Vaticano del 2 al 27 de octubre, estará precedida por “una vigilia penitencial” en San Pedro, presidida por el pontífice y “abierta a todo el mundo”, en la que “se llamarán por su nombre pecados que causan más dolor y vergüenza” en la Iglesia, dijo ayer el cardenal Mario Grech, en la presentación del Sinodo.
“En la basílica Vaticana escucharemos tres testimonios de personas que han sufrido por algunos de estos pecados. Seguirá la confesión por diversos tipos de pecados. No se tratará de denunciar el pecado de otros, sino de reconocerse parte de aquellos que, por acción o al menos por omisión, se convierten en la causa del sufrimiento padecido por los inocentes e indefensos”, explicó el secretario general de la Secretaría General del Sínodo. Preguntado por esos testimonios en la rueda de prensa de presentación en el Vaticano, Grech relató que las víctimas que darán su testimonio serán “una persona que ha sufrido abuso sexual”, una víctima de la guerra y otra de la “indiferencia” frente a la migración.
“Al final de esta confesión de los pecados, el Santo Padre dirigirá, en nombre de todos los cristianos, una petición de perdón a Dios y a las hermanas y hermanos de toda la humanidad”, añadió.
La segunda sesión del Sínodo, en la que habrá dos obispos procedentes de China, contará con 368 participantes, entre ellos 272 obispos y 96 no obispos, a los que hay que añadir 8 invitados especiales y 16 delegados fraternos, además de 20 miembros de las 15 Iglesias católicas orientales.
Texto y foto: Agencias